Apenas se cumplieron 11 años de su promulgación, pero los pedidos para modificar la Ley 348 con el fin de garantizar a las mujeres una vida libre de violencia han aumentado, incluso con protestas en diversas ciudades del país. Hasta la fecha, existen al menos tres propuestas presentadas ante la Asamblea Legislativa Plurinacional que apuntan a modificar la normativa.
Mujeres Creando fue la primera organización en observar la ley, incluso antes de su promulgación. “No es que la ley 348 no haya tenido avances, como la voluntad de una ley integral contra las violencias hacia las mujeres, la tipificación del feminicidio y la redefinición del delito de violencia machista de violencia doméstica e intrafamiliar a delito de carácter público”, señala una publicación de este colectivo, que resalta algunos “errores” y cambios que deberían realizarse, entre ellos, el hecho de que el sujeto pasivo de la ley vigente sean las mujeres y la población GLBT, y no los hombres.
“Es por esta razón que pedimos que cada mujer pueda elegir entre un proceso penal y un proceso civil abreviado que le brinde una solución en una sola audiencia sobre la tenencia de hijos e hijas, la separación de bienes y el alejamiento del agresor”, afirmó en 2021 la representante del colectivo, María Galindo.
Otra propuesta de modificación proviene de la senadora Patricia Arce, quien asegura que su intención es trabajar conjuntamente para proponer modificaciones significativas que fortalezcan la ley.
“Lo único que quiero es mejorar la norma. Necesitamos estar en la misma dirección, tenemos que implementar cambios en salud y educación. Debemos prevenir... hacer que los hombres también se comprometan con esta ley (...). Si tenemos que modificar la ley, debe ser en beneficio de todas y todos”, manifestó.
Más de un centenar de organizaciones a nivel nacional se han pronunciado a favor de una modificación “responsable” de la ley 348. Asimismo, han destacado que hay aspectos de la ley que deben mejorarse, pero esto debe hacerse después de una “evaluación seria” de su implementación y basándose en evidencias.
“La Ley 348 es el principal instrumento normativo de protección específica para la vida e integridad de las niñas, adolescentes y mujeres... No todos los hombres son agresores, y eso lo sabemos. La violencia no se hereda, es el resultado de factores socioculturales; la violencia se aprende y, peor aún, se normaliza”, enfatizó la coordinadora nacional de la Alianza Libres sin Violencia, Mónica Bayá.
Todos coinciden en que después de una década de vigencia, la norma debe ser modificada en beneficio de las víctimas de violencia, sean hombres o mujeres, sin que los aspectos ideológicos o políticos afecten este trabajo. La sociedad espera un trabajo responsable por parte de quienes fueron elegidos para legislar en el país.