Hace menos de dos semanas, en estas mismas páginas de Los Tiempos, habíamos publicado, a manera de ejemplo, el caso de la comunidad de Torreni, en Arque, cuyos habitantes hacían fila en bidones, por horas, a la espera de conseguir unas cuantas gotas para su consumo de una vertiente casi seca. La comunidad se debate en una severa sequía mientras otro pozo en el lugar era de poca utilidad debido a la carencia de energía eléctrica para habilitar bombas de extracción. Sólo 10 días antes, el municipio de Arque se había declarado en desastre por la aguda crisis hídrica, ocasionada por el fenómeno de El Niño. Bolívar había hecho lo mismo.
Sin embargo, si alguien supuso que éste era un ejemplo aislado, ya puede cambiar de idea. Sólo en el municipio Arque, otras 25 comunidades atraviesan el mismo problema, y en el departamento de Cochabamba la situación se replica en varios municipios, como el caso de Vacas en el valle alto (donde se secaron tres lagunas) y en el cono sur, donde los pobladores peregrinan por sus tajados y piden pozos en demanda de agua para consumo humano y para el ganado, que probablemente, como en otras ocasiones, experimente una masiva mortandad.
Y si todo ello no fuera suficiente, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) y la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) dieron ayer un anuncio que remata aún más el cuadro apocalíptico que le espera a la región: la sequía persistirá al menos durante los próximos cuatro años (hasta 2028). Las regiones más castigadas serán el cono sur, la zona andina y los valles en Cochabamba, con lo que ya podemos hacernos una idea de lo que nos espera y no habrá excusa de que no hubo advertencia.
Habrá que ponerse manos a la obra a nivel organizativo y planificar a corto y largo plazo, y en todas las instancias estatales: municipios, gobernación y Gobierno central, diseñar proyectos, buscar financiamiento y, sobre todo, dejar de lado diferencias políticas en pro de un solo objetivo, que será la seguridad por la provisión de agua.
Una propuesta del Viceministerio de Defensa Civil es que los municipios se organicen a nivel de mancomunidades para la estimulación de nubes a gran escala e identificar lugares estratégicos para construir represas grandes y medianas para acumular un volumen considerable de agua.
Para el Viceministerio, la perforación de pozos, la construcción de atajados y la reconducción de afluentes serán medidas complementarias. Ya es un comienzo, un punto de partida. Sin embargo, si bien proliferan las poblaciones que proclaman su situación de emergencia por falta de agua, la Gobernación informó que hasta ayer sólo cuatro municipios habían presentado toda su documentación de declaratoria de sequía: Arque, Sicaya, Omereque y Pasorapa. Bueno, la advertencia está hecha.