El 18 de noviembre pasado, durante la 19ª Cumbre de Líderes del G20 en Río de Janeiro, el presidente Xi Jinping anunció su decisión de “otorgar el trato de arancel cero para el 100% de las líneas arancelarias a todos los países menos desarrollados que tienen relaciones diplomáticas con China”. La medida, que entrará en vigor el 1° de diciembre, puede beneficiar a 46 países con retraso económico pero muy ricos en recursos naturales no explotados.
Para aprovechar esta “generosa” oferta, las naciones beneficiadas (entre ellas 33 africanas y siete asiáticas) abrirán sus territorios y sus políticas a las inversiones y la explotación china que, con esta operación, pretende lograr negocios que van desde diamantes, oro y litio hasta coltán, tantalio y uranio, además de productos agrícolas y pesqueros, por ocho billones de dólares en tan solo cinco años.
Esta acción no es aislada. En 2013, Xi Jinping lanzó el plan denominado “La Ruta y la Franja” (BRI por sus siglas en inglés), un proyecto estratégico que pretende fortalecer el poder de la China sobre el comercio y el desarrollo económico globales, liderando la cooperación mundial y la conectividad por tierra, aire, mar e internet.
El proyecto ya ha logrado la adhesión de 30 organizaciones internacionales y más de 150 países, en los que China ha invertido más de un billón de dólares y se ha convertido en el mayor acreedor del mundo.
Sin embargo, el BRI no es un plan económico.
En realidad, es el siguiente nivel de la política iniciada por Deng Xiaoping, que en 1978 se separó del comunismo ortodoxo al liberalizar la economía, permitir el desarrollo del sector privado y abrir su comercio al mundo. Este cambio estratégico denominado “socialismo con características chinas” salvó al país del destino que hizo colapsar a la Unión Soviética, disminuyó sustantivamente la pobreza, y lo convirtió, en pocas décadas, en la segunda economía más grande del planeta.
La nueva estrategia del Partido Comunista Chino (PCCh) es utilizar los principios y las debilidades del capitalismo como medios para superarlo y controlarlo, manteniendo las bases y fines ideológicos y buscando la supremacía económica, financiera, tecnológica y comercial por encima del poder militar y cultural.
Jinping está invirtiendo billones en infraestructura y construcción, tecnología e innovación, energías renovables, combustibles y minería, robótica y automatización, agricultura y seguridad alimentaria. Pero además está apropiándose de postulados de occidente como desarrollo sostenible, cooperación para el desarrollo, fortalecimiento de las instituciones y globalización inclusiva.
China entendió que los países solo pueden comerciar si tienen producción suficiente y ésta no puede aprovecharse si no se cuenta con vías de transporte. Con esa lógica acaba de inaugurar en Perú el megapuerto de Chancay, su cabecera de playa que le permitirá controlar el comercio con los países del Pacífico sudamericano y alcanzar el gigantesco mercado de Brasil, sin recurrir al canal de Panamá o rodear el continente por el sur.
En coincidencia, el mandatario asiático expresó, el pasado 19 de noviembre, al presidente Luis Arce su interés en desarrollar en Bolivia el tren bioceánico, y financiar proyectos en litio y minería.
Uno de los componentes más relevantes de la estrategia china es utilizar a sus empresas como punta de lanza en su plan de expansión global. Muchas de las grandes compañías chinas que operan en el mundo como la Cosco Shipping dueña del 60% de Chancay, pertenecen al Gobierno, y aunque las privadas son muchas y poderosas, el PCCh las controla con medidas como la presencia de células partidarias en sus estructuras, regulación estatal que puede cambiar en cualquier momento, hegemonía sobre la banca, y acuerdos público-privados obligatorios.
El Partido vigila que las empresas privadas actúen dentro de las políticas estatales, se adhieran a la ideología socialista y mantengan la disciplina partidaria.
En su política expansionista, factores como democracia, transparencia, soberanía, derechos laborales, igualdad o incluso protección del medio ambiente no son relevantes, y la necesidad o el interés de los países por desarrollar proyectos de infraestructura comercial o productiva hace que se abran a inversiones chinas sin ningún límite, aún ante la posibilidad de dependencias económicas y políticas, e incluso riesgos de seguridad.
Sin duda que la China va a marcar el rumbo del comercio, la conectividad y la producción del mundo en los siguientes años y Bolivia no estará exenta de su influencia.
Sin embargo, la adhesión ciega a la idea de Xiaoping de que “no importa el color del gato, lo que importa es que cace ratones” puede hacernos perder de vista que detrás de las promesas de ayuda incondicional se suelen esconder planes oscuros que terminan por distorsionar las estructuras institucionales y mantenernos como piezas desechables de un engranaje global que apenas podemos comprender.
ENRIQUE VELAZCO RECKLING
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
DANIELA MURIALDO LÓPEZ
Pese a que no me tocó vivir las revueltas setenteras ni he sufrido nunca un golpe de Estado, soy hija del exilio (mi padre, chileno, escapó de los tanques pinochetistas) con un padrastro boliviano entrenado militarmente en Albania para la guerrilla, quien sufrió clandestinidades, destierros y campos de concentración con torturas físicas y sicológicas.
Pese a que no me tocó vivir las revueltas setenteras ni he sufrido nunca un golpe de Estado, soy hija del exilio (mi padre, chileno, escapó de los tanques pinochetistas) con un padrastro boliviano entrenado militarmente en Albania para la guerrilla, quien sufrió clandestinidades, destierros y campos de concentración con torturas físicas y sicológicas.
Todo parece indicar que estamos llegando al final de la disputa —mejor dicho, guerra— por el control de la sigla, en el seno del Movimiento Al Socialismo (MAS), entre los dos bloques: el ala “radical” evista versus el ala “renovadora” arcista.
Todo parece indicar que estamos llegando al final de la disputa —mejor dicho, guerra— por el control de la sigla, en el seno del Movimiento Al Socialismo (MAS), entre los dos bloques: el ala “radical” evista versus el ala “renovadora” arcista.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Está con pase a bordo de un avión que llegará en cualquier momento el coronel Maximiliano Dávila, que fue zar antidrogas del cocalero Morales, aunque en la práctica le quitó el prefijo "anti".
Debe ir a Estados Unidos como extraditado, pero el temor que existe en el grupo del cocalero es que se lo contrató como cantante, porque revelará detalles sobre cómo Bolivia se convirtió en el Afganistán de Sudamérica.
Está con pase a bordo de un avión que llegará en cualquier momento el coronel Maximiliano Dávila, que fue zar antidrogas del cocalero Morales, aunque en la práctica le quitó el prefijo "anti".
Debe ir a Estados Unidos como extraditado, pero el temor que existe en el grupo del cocalero es que se lo contrató como cantante, porque revelará detalles sobre cómo Bolivia se convirtió en el Afganistán de Sudamérica.
Me tocó retornar a Venezuela después de 12 años, es decir, desde 2012. Retornéa Caracas con la imagen de entonces cuando todo era regulado, controlado y fiscalizado por el Gobierno: los dólares, el tipo de cambio, los precios de los alimentos, de las medicinas, de las viviendas, de los energéticos y de todo lo que uno pueda imaginarse.
Me tocó retornar a Venezuela después de 12 años, es decir, desde 2012. Retornéa Caracas con la imagen de entonces cuando todo era regulado, controlado y fiscalizado por el Gobierno: los dólares, el tipo de cambio, los precios de los alimentos, de las medicinas, de las viviendas, de los energéticos y de todo lo que uno pueda imaginarse.
GONZALO MENDIETA ROMERO
En septiembre de 1973, el secretario de Estado Henry Kissinger festeja que casi 20 Gobiernos reconocen a la junta militar chilena. El telegrama termina de modo peculiar: “los militares se esfuerzan por crear la impresión de un posible acercamiento con Bolivia”.
En septiembre de 1973, el secretario de Estado Henry Kissinger festeja que casi 20 Gobiernos reconocen a la junta militar chilena. El telegrama termina de modo peculiar: “los militares se esfuerzan por crear la impresión de un posible acercamiento con Bolivia”.
1984, novela de George Orwell. En su título invirtió los últimos dígitos de 1948, año cuando la escribió. Contexto tétrico el descrito por Orwell en sus páginas. Con mirada profunda extendida a los albores del totalitarismo soviético, lo desmenuza para sostener así su predicción apocalíptica, aventurando plazo de su propagación y, con ella, de condena de la libertad en Occidente. En su seno materno. Nuestro mundo.
1984, novela de George Orwell. En su título invirtió los últimos dígitos de 1948, año cuando la escribió. Contexto tétrico el descrito por Orwell en sus páginas. Con mirada profunda extendida a los albores del totalitarismo soviético, lo desmenuza para sostener así su predicción apocalíptica, aventurando plazo de su propagación y, con ella, de condena de la libertad en Occidente. En su seno materno. Nuestro mundo.
MARCELO GONZALES YAKSIC
En los últimos meses, Evo Morales está prácticamente refugiado en el Chapare, el ombligo boliviano de la producción de coca destinada al narcotráfico. Aunque oficialmente se presenta como una “detención domiciliaria voluntaria”, según declaraciones del ministro de Gobierno, esta decisión parece estar motivada por el temor de Morales a enfrentar un cúmulo de acusaciones judiciales por pedofilia y su posible vinculación con casos de narcotráfico que han tomado relevancia mundial.
En los últimos meses, Evo Morales está prácticamente refugiado en el Chapare, el ombligo boliviano de la producción de coca destinada al narcotráfico. Aunque oficialmente se presenta como una “detención domiciliaria voluntaria”, según declaraciones del ministro de Gobierno, esta decisión parece estar motivada por el temor de Morales a enfrentar un cúmulo de acusaciones judiciales por pedofilia y su posible vinculación con casos de narcotráfico que han tomado relevancia mundial.
Personalmente, considero que la Navidad, tal como se celebra en muchos lugares, es una fiesta que puede resultar injusta. No puede ser que mientras unos disfrutan banquetes con pavo, tortas y pan de pascua, otros niños no tengan siquiera un pedazo de pan —aunque sea duro— para comer. Eso, desde mi perspectiva, no puede ser Navidad.
Personalmente, considero que la Navidad, tal como se celebra en muchos lugares, es una fiesta que puede resultar injusta. No puede ser que mientras unos disfrutan banquetes con pavo, tortas y pan de pascua, otros niños no tengan siquiera un pedazo de pan —aunque sea duro— para comer. Eso, desde mi perspectiva, no puede ser Navidad.
“Es cierto que muchas cosas cambiarán a causa de la crisis. El regreso a un mundo anterior a la crisis está excluido. ¿Pero estos cambios serán profundos, radicales? ¿Irán incluso en la dirección correcta? Hemos perdido el sentimiento de urgencia y lo que hasta ahora ha ocurrido proyecta un mal augurio sobre el futuro”.
“Es cierto que muchas cosas cambiarán a causa de la crisis. El regreso a un mundo anterior a la crisis está excluido. ¿Pero estos cambios serán profundos, radicales? ¿Irán incluso en la dirección correcta? Hemos perdido el sentimiento de urgencia y lo que hasta ahora ha ocurrido proyecta un mal augurio sobre el futuro”.