Tras dos semanas de tensión por la escasez de diésel, finalmente ayer el combustible pudo llegar hasta los surtidores y comenzar a venderse a los usuarios, los conductores de vehículos de alto tonelaje, lo que, naturalmente, causó un alivio en el Gobierno, en los transportistas, las empresas y en el país en general. Y aunque durante la semana pasada se estuvo despachando al 70 por ciento, el compromiso de YPFB es llegar al 100 por ciento hasta este lunes.
Así, las cosas, se levantaron los últimos bloqueos, los camiones de alto tonelaje fueron abandonando las largas colas de las avenidas junto a los surtidores, los viajes interdepartamentales se regularizaron y las empresas que dependen de este combustible normalizan sus tareas.
El diésel está ingresando al país por tres puntos principales: Mollendo (Perú), con diésel hacia el occidente del país; Arica (Chile) que distribuye principalmente a La Paz y otros departamentos del eje central (Cochabamba, La Paz y Santa Cruz); y por Paraguay, por donde actualmente están ingresando entre 10.000 y 12.000 metros cúbicos de diésel, con un adicional de 5.000 metros cúbicos distribuidos este fin de semana, destinados principalmente a Santa Cruz y parcialmente a Tarija.
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, informó que, con la llegada de cisternas de Perú, Chile y Paraguay, se tiene asegurada la provisión de combustible hasta fin de año, lo que, por supuesto, representa un alivio.
La experiencia de esta semana, sin embargo, debe llevarnos a reflexionar y buscar nuevas maneras de garantizar la provisión de un elemento tan importante en la economía boliviana. ¿Qué ocurrirá después del comprometido fin de año?
En la actualidad, los niveles de almacenamiento de YPFB aseguran una autonomía de cinco días para el diésel y cuatro para la gasolina. Estos plazos deberían permitir atender situaciones de alta demanda. Sin embargo, este último incidente, en que la situación climática impidió el descargo del combustible de un buque en Arica puso a prueba tal medida. ¿Qué ocurre, entonces? ¿especulación? El Gobierno nacional, a través de YPFB y la ANH, han comprometido políticas de control para evitar este tipo de incidentes.
La creación de Bot Trading, una empresa encargada de la logística de importación de combustibles, ha logrado también disminuir significativamente los costos y mejorar la eficiencia del suministro.
Finalmente, entre las muchas propuestas ha surgido también nuevamente en la mesa de debate la posibilidad de ir reduciendo paulatinamente las subvenciones a los combustibles. No decimos que sea la solución, pero habrá que ir debatiendo todas las alternativas.