Como hoy, pero un 4 de julio de 1997, esperé que cayera un ángel del cielo para impedir que cometiera un error. Nunca sucedió. Creía que el tren me dejaba, porque mis amigas también lo estaban haciendo y yo también “tenía que hacerlo” y me casé.
En el fondo sabía que no tenía que casarme, pero lo hice. Luego vinieron ciertos consejos “tienes que adaptarte”, “es un tiempo de conocerse, entiende que como trabaja en un rubro muy estresante tendrás que soportar sus saliditas con clientes, y que llegue borracho”.
No tuve una red de soporte que también me hubiese podido decir “eres joven, eres fuerte, no necesitas casarte, gasta tu sueldo en lo que quieras y busca mejores horizontes”.
No entendí lo que ahora tampoco entiendo y veo que muchos/as creen: Un matrimonio no es una meta, ni es un show para los espectadores.
Un matrimonio sucede entre cuatro paredes y lo que no se ve, eso es lo importante. Y lo que sucede, aunque no siempre, es lamentable, como el caso de algunas mujeres que dicen que lucharán para que su matrimonio funcione, porque creen que están en un ring de boxeo donde se sacarán la cresta con su pareja, buscando que la cosa funcione.
Bajo esa lógica no es raro escuchar las estadísticas groseras: ya van 45 feminicidios en Bolivia en lo que va de 2023, así como cientos de mujeres golpeadas por maridos abusivos.
Y en este siglo XXI le digo a esa juventud del Instagram y del TikTok: no vean a su pareja como un soporte económico o emocional. Nadie es muleta de nadie, porque como dijo el jefe del Departamento de Género y del Servicio Legal Integral Municipal, de Santa Cruz, Juan Carlos Honor “lamentablemente la mayoría de las víctimas de feminicidio son las que no rompen el silencio por varias razones, como la dependencia económica”. Así que, para no quedarte callada, soportando golpes, gana tu sustento y se independiente.
Considero, asimismo, que para sostener una relación sana y afectuosa cada uno/a debería responder estas preguntas: ¿Eres buena persona, eres tu mejor amigo/a, estás en paz, y estás de acuerdo con valores, ideales y metas nobles? Si tus respuestas son afirmativas, podrás sostener una amistad, un noviazgo, o cualquier relación, con otras personas de un modo óptimo. La receta no está garantizada, porque te puedes encontrar con cualquier garabato con patas, pero ya es un avance evitar creer eso de “la media naranja”, o “el tú me complementas”, más aún hoy cuando la boda es una hermosa foto de Instagram, y esas frases cursis abundan.
Si volviera a ese 4 de julio me diría que viva. Que salga de las cuatro paredes mentales donde residía y que no coloque mis expectativas en una pareja.