Solamente los designados por el Poder Legislativo están calificados como titulares. Tienen la categoría de interinos los nombrados por el Poder Ejecutivo para ejercer funciones de suplencia, generalmente durante los regímenes no electos mediante voto popular y, excepcionalmente, por presidentes legítimos.
El primero de ellos por decisión del Congreso Constituyente, fue el presidente Antonio José de Sucre. En 1848, el general Manuel Isidoro Belzu, después de haber derrotado al presidente provisorio José Miguel de Velasco, puso en cesantía las funciones respectivas y procedió a nombrar reemplazantes. Ese cuerpo colegiado fue sustituido en 1857 por el presidente provisorio José María Linares, autor de la caída del presidente constitucional Jorge Córdova.
El Poder Legislativo procedió en 1932 a la designación de nuevos ministros, quienes, cuando el Presidente José Luis Tejada Sorzano fue derrocado por la Junta Militar presidida por el coronel David Toro en 1936, fueron reemplazados por otros. Los así nombrados desempeñaron sus cargos solamente durante dos años debido a que Toro fue derrocado por otro golpe militar dirigido por el coronel Germán Busch, quien en 1938 nombró a otros magistrados.
Derrocado el gobierno de Gualberto Villarroel en 1946, renovado en 1947 tanto el Poder Legislativo como el Ejecutivo, el nuevo gobierno presidido por el doctor Enrique Hertzog, durante el receso del Congreso Nacional, designó “con carácter interino”, a nuevos ministros de la Corte Suprema. Un año después, 1948, se produjo la renovación constitucional. El sistema democrático se quebró nuevamente el año 1951 cuando se hizo cargo del gobierno una Junta Militar que hizo saber al Poder Judicial que éste se mantendría sin variaciones.
Derrocado en 1952 el gobierno de la Junta Militar presidida por el general Hugo Ballivián, el Poder Ejecutivo, bajo el mando del doctor Víctor Paz Estenssoro, designó mediante decreto a nuevos ministros de la Corte Suprema y dispuso la renovación del Poder Judicial en todos sus niveles. Los designados con carácter de interinos ese año fueron reemplazados por acción del Poder Legislativo en 1957, quienes, en consecuencia, estaban destinados a cumplir su cometido durante diez años, El precepto de esa índole no se cumplió, pues, en 1961, poco después de iniciado el segundo mandato de Víctor Paz Estenssoro, el Congreso renovó al personal de la Corte Suprema.
En noviembre de 1964, el cogobierno de los generales René Barrientos y Alfredo Ovando, surgido después de haber derrocado al presidente Víctor Paz Estenssoro, dispuso la renovación del Poder Judicial en todos sus niveles jerárquicos y jurisdiccionales a imitación de lo efectuado en 1952 por el desplazado.
En 1970, el general Alfredo Ovando, quien derrotó al presidente constitucional Luis Adolfo Siles, designó ministros de la Corte Suprema, quebrantando por segunda vez la institucionalidad. A partir de ese momento y hasta el año 1980, los llamados a ejercer la más alta función jurisdiccional fueron posesionados al margen de la Constitución por el gobierno del general Hugo Banzer desde 1972 hasta 1979.
Desde el año 2000 hubo vacantes prolongadas debido a que el Poder Legislativo no dio cumplimiento a su deber legal. La omisión causó indignación y fuerte reclamo en los sectores de litigantes, tribunales de justicia departamentales y abogados. Esa situación indujo al presidente Carlos Mesa a designar ministros interinos el año 2004. En 2006 y en 2007, Evo Morales, “por razones que pesaban en su ánimo”, cubrió vacancias sin esperar elección por el Congreso.