Los bufeos, una madre y su cría, fueron liberados este viernes en el río Isiboro, en el trópico de Cochabamba, para que retornen a su hábitat después de permanecer 43 días varados en el brazo de un río en el Sindicato Capinota de Villa Tunari.
Los bufeos o delfines bolivianos (Inia boliviensis) llegaron al río tras ser expulsado por una riada el pasado 12 de abril y no pudieron retornar a aguas más profundas por un puente provisional y se convirtieron en una atracción para la comunidad y visitantes.
La madre y su cría, de siete meses lactantes, lograron volver a su hábitat luego de un largo proceso que incluyó la socialización con la comunidad para que permitan su retorno.
La madrugada de este viernes se puso en marcha un operativo para capturarlos siguiendo protocolos internacionales y llevarlos con medidas adecuadas hasta el río Isiboro. La secretaria d Medio Ambiente de la Gobernación, Dora Claros, calificó de “histórica” la devolución de los cetáceos al río, su hábitat.
Una comisión conformada por técnicos del Programa Gestión de la Biodiversidad de la Gobernación, la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la Alcaldía de Villa Tunari y el apoyo de Faunagua realizó el monitoreo permanente del estado en que se encuentran los bufeos hasta concretar su traslado.
Mientras los titulares e imágenes de los incendios forestales que devastan grandes extensiones del país ocupan nuestra atención, una crisis igualmente apremiante avanza en silencio en el valle alto de Cochabamba: la sequía. A pesar de su menor visibilidad mediática, la falta de agua está provocando estragos en las comunidades rurales y urbanas de la región, y sus efectos a largo plazo pueden ser tan devastadores como los incendios.
JAVIER VISCARRA VALDIVIA
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a ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa Lunda, ha revelado por escrito que el ministerio a su cargo no cuenta con funcionarios diplomáticos de carrera. Esta afirmación, aunque ya conocida en ciertos círculos, seguramente provocará indignación entre quienes comprenden la importancia de las relaciones internacionales para un Estado.
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a ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa Lunda, ha revelado por escrito que el ministerio a su cargo no cuenta con funcionarios diplomáticos de carrera. Esta afirmación, aunque ya conocida en ciertos círculos, seguramente provocará indignación entre quienes comprenden la importancia de las relaciones internacionales para un Estado.
Todos saben que las denominaciones de izquierda y derecha provienen de la Revolución Francesa en la que en la Asamblea Constitucional se ubicaron al lado derecho los girondinos que buscaban la mantención del absolutismo y al lado izquierdo los jacobinos que perseguían el cambio de ese sistema, tiempo desde el que quedaron dichos apelativos.
Todos saben que las denominaciones de izquierda y derecha provienen de la Revolución Francesa en la que en la Asamblea Constitucional se ubicaron al lado derecho los girondinos que buscaban la mantención del absolutismo y al lado izquierdo los jacobinos que perseguían el cambio de ese sistema, tiempo desde el que quedaron dichos apelativos.
El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.
El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.
Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.
Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.