Actualidad Cochabamba
Los trabajadores en salud de Cochabamba protestaron ayer exigiendo la reposición de sus “cargas horarias”. El sector también denunció acoso laboral por parte de algunas autoridades departamentales.
Los ambientalistas y vecinos verificaron ayer el estado de los árboles de la rotonda Perú y Blanco Galindo y la afectación que provocan en algunas especies las obras civiles del distribuidor.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) pronosticó lluvias dispersas en los valles y en la zona andina del departamento hasta este jueves.
El secretario de Gobernabilidad de la Alcaldía de Cochabamba, Gustavo Camargo, admitió ayer que se improvisa en el manejo de residuos sólidos en el relleno sanitario de K’ara K’ara, tras la anulación del contrato con la Asociación Accidental CIMA para industrializar la basura.
El Servicio de Registro Cívico (Sereci) en Cochabamba cuenta con una oficina en el hospital materno Infantil Germán Urquidi para el registro e inscripción de recién nacidos y la emisión del primer certificado de nacimiento gratuito.
A dos semanas de la fiesta de Todos Santos, la Administración del Cementerio General de Cochabamba intensifica los trabajos para mejorar las áreas verdes, los pasillos, las fuentes de agua y los bloques del camposanto, mientras ultiman detalles para recibir a los visitantes.
Deportes
El club 10 de Noviembre Wilstermann Cooperativa recibió los tres puntos en juego del partido que impugnó contra Ciudad Nueva Santa Cruz con un marcador de 3-0 a su favor, tras conocerse que el Tribunal de Disciplina de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) declaró probada la demanda del representativo potosino en la fase de los octavos de final de la Copa Simón Bolívar.
Un Wilstermann mermado por las lesiones buscará sumar su tercera victoria al hilo y continuar en levantada, cuando hoy (16:00) visite a Always Ready
Barcelona volvió a la élite. Lo confirmó ayer enterrando sus viejos fantasmas contra su “bestia negra” en Europa
Bolívar amplió su ventaja sobre sus perseguidores en la cima del Campeonato Clausura, después de que ayer venciera por 2-3 a Real Santa Cruz
Los conflictos sociales que hasta ayer dejaron más de 20 puntos de bloqueos en el país empezaron a perjudicar el desarrollo normal del deporte
Con un gol de Ramiro Carrera, Lanús se salvó de la derrota ayer y dejó la llave de la semifinal de la Copa Sudamericana abierta
Opinión

Después de 20 meses de iniciado, el proceso para la realización de las elecciones judiciales parece encaminarse a su fin en una modalidad ajena a lo prescrito en la Constitución Política del Estado (CPE).

Esa distorsión, la larga lista de peripecias que ha vencido este trámite y, sobre todo, la deteriorada confianza que inspira en los bolivianos la administración de justicia nacional, plantean la necesidad de un serio cuestionamiento al sistema judicial vigente en el país.

Puntos de Vista

Las escenas que nos llegan a través de las redes y los medios de comunicación de lo que acontece en Santa Cruz, en la Chiquitanía, o en Bajo Paraguá de las llamas avanzando por doquier, arrasando todo lo que encuentran a su paso, entristece y una especie de desolación nos invade. 

Las escenas que nos llegan a través de las redes y los medios de comunicación de lo que acontece en Santa Cruz, en la Chiquitanía, o en Bajo Paraguá de las llamas avanzando por doquier, arrasando todo lo que encuentran a su paso, entristece y una especie de desolación nos invade. 

Según el más reciente informe de la Economist Intelligence Unit (EIU, del grupo The Economist), correspondiente al año 2023, hoy menos del 8 por ciento de la población mundial vive en democracias plenas, mientras que el 39.4 vive en regímenes autoritarios. Es una cifra alarmante, tomando en cuenta que hoy el mundo tiene un gigantesco poderío técnico y, por ende, que la razón instrumental puede ser utilizada para destruir.

Según el más reciente informe de la Economist Intelligence Unit (EIU, del grupo The Economist), correspondiente al año 2023, hoy menos del 8 por ciento de la población mundial vive en democracias plenas, mientras que el 39.4 vive en regímenes autoritarios. Es una cifra alarmante, tomando en cuenta que hoy el mundo tiene un gigantesco poderío técnico y, por ende, que la razón instrumental puede ser utilizada para destruir.

Mientras la guerra política entre el evismo y el arcismo concita la atención de los medios de comunicación tradicionales y digitales del país, en las últimas semanas han surgido iniciativas desde las oposiciones que, en los discursos, apuntan a la unidad para enfrentar a cualquiera de las versiones del masismo en los comicios de 2025, aunque anticipan que podrían transitar por caminos diferentes hacia la conquista del poder, tal como ocurrió en las últimas cinco elecciones nacionales —2005, 2009, 2014,

Mientras la guerra política entre el evismo y el arcismo concita la atención de los medios de comunicación tradicionales y digitales del país, en las últimas semanas han surgido iniciativas desde las oposiciones que, en los discursos, apuntan a la unidad para enfrentar a cualquiera de las versiones del masismo en los comicios de 2025, aunque anticipan que podrían transitar por caminos diferentes hacia la conquista del poder, tal como ocurrió en las últimas cinco elecciones nacionales —2005, 2009, 2014,

Juan Evo Morales Ayma pudo pasar a la historia como el Mandela boliviano, pero perdió esa oportunidad para siempre.

Llegó al poder ganando elecciones por mayoría absoluta y logró convocar a una Asamblea Constituyente con la que se puso en vigencia una nueva Constitución Política del Estado. Pudo ser conciliador, como Mandela, pero eligió el camino de la confrontación y ése es su estilo, una tendencia que no ha hecho más que empeorar con el paso de los años.

Juan Evo Morales Ayma pudo pasar a la historia como el Mandela boliviano, pero perdió esa oportunidad para siempre.

Llegó al poder ganando elecciones por mayoría absoluta y logró convocar a una Asamblea Constituyente con la que se puso en vigencia una nueva Constitución Política del Estado. Pudo ser conciliador, como Mandela, pero eligió el camino de la confrontación y ése es su estilo, una tendencia que no ha hecho más que empeorar con el paso de los años.