Desde su puesta en órbita, a cargo del Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang en China, el 20 de diciembre de 2013, hasta la fecha, el satélite Túpac Katari (TKSAT-1) ha logrado copar el 95 por ciento del mercado de servicios satelitales del país y ha permitido que el 85 por ciento de las poblaciones más alejadas accedan a telefonía móvil e internet, informó el director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana Cruz.
Después de 10 años y cuatro meses, el primer satélite boliviano ha cumplido los objetivos para los que fue diseñado y construido por la Corporación Industrial Gran Muralla, subsidiaria de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, con una inversión de 302 millones de dólares.
- Desde el lanzamiento del Túpac Katari, ¿cuál ha sido el impacto más significativo en las telecomunicaciones de Bolivia?
- El impacto más significativo ha sido la expansión de los servicios de telecomunicaciones. Hasta antes de la nacionalización de Entel, las telecomunicaciones estaban circunscritas a áreas urbanas donde los servicios son un negocio rentable. Después de la nacionalización de Entel y con el lanzamiento del satélite, estos servicios recién han empezado a expandirse a áreas rurales menos pobladas, donde las telecomunicaciones no son un negocio, prueba de ello es que en estos lugares el único operador que lleva servicio de telefonía móvil es Entel y los operadores privados, que tienen una misión más comercial, no llegan ni van a llegar.
Según la memoria anual de 2023 de Entel, el 82 por ciento de las poblaciones con no más de 50 habitantes, donde la geografía de estos lugares hace difícil que lleguen conexiones por otras tecnologías terrestres, ya tienen servicios de telefonía móvil. Esto ha sido el resultado combinado del esfuerzo de varias acciones de parte de Entel usando el satélite Túpac Katari. Son 500 radiobases de Entel que actualmente están conectadas en el área rural al satélite.
- ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta ABE en la operación y mantenimiento del satélite actualmente?
- Bueno, mire, el manejar un satélite es una tarea de alta tecnología. Es una tarea de muy alta responsabilidad también, no sólo por el costo que tiene un satélite, sino también por la importancia de los servicios que da.
Imagínese si se cortara el satélite, gran parte del país se detiene, porque no solamente son las conexiones de radiobases en sitios alejados, sino que actualmente el Túpac Katari presta servicios a los puestos aduaneros en las fronteras donde se controla todo el comercio exterior, tanto de importación como de exportación. Estos puntos utilizan sistemas informáticos modernos que se conectan al satélite para funcionar en tiempo real. Lo mismo ocurre con el sistema de control de hidrocarburos, estamos hablando, tanto de gas como de líquidos, que son transportados a través de un sistema de ductos que posee YPFB, lo cual requiere también de conectividad en esos sitios remotos y esa conectividad se la ofrece a través del satélite Túpac Katari.
No sólo Bolivia, sino cualquier país del mundo necesita conectividad en muchos lugares. En gran parte de esos lugares, en los más alejados, la única opción disponible es la conectividad satelital y en Bolivia nuestro satélite nos está dando ese servicio. El satélite Túpac Katari ha copado más del 95 por ciento del mercado de servicios satelitales del país y dentro de poco, muy probablemente, alcancemos prácticamente al 100 por ciento del mercado de servicios satelitales en Bolivia.
- ¿Se logró recuperar la inversión que demandó la fabricación y puesta en órbita del satélite?
- Si uno ve todo el valor que ha generado el satélite, definitivamente ese valor trasciende los libros de contabilidad. Qué valor se le puede poner al que mucha gente, en sitios muy alejados, tenga comunicación. Cuánto ha subido la productividad de esas personas gracias a la herramienta de la comunicación. Ése, digamos, es el valor que es tangible, que es real, es difícil de cuantificar.
En el caso del satélite, el flujo de caja todavía no ha pagado el monto que se ha invertido (302 millones de dólares). Desde un principio, el satélite ha sido un proyecto de servicio a la comunidad, no de lucro. Y en ese sentido, se había proyectado recuperar la inversión en todo el tiempo de vida útil del satélite, que son 16 años, hasta ahora hemos cumplido 10, un poco más de la mitad.
A la fecha se han facturado más de 250 millones de dólares, ese dinero, si no hubiera el satélite, se hubiese ido fuera del país.
- ¿A quiénes se brinda servicios actualmente en el país?
- En Bolivia brindamos servicios satelitales a los tres operadores de comunicaciones, a todos los canales de televisión y radios, a la Aduana Nacional, YPFB, Vías Bolivia, Segip y otras instituciones privadas y estatales que tienen actividades a nivel nacional. En cuanto a los clientes del exterior, son pocos.
- ¿Actualmente se está utilizando toda la capacidad del satélite?
- Estamos alrededor del 90 por ciento de ocupación, esto es bastante por encima del promedio de la industria. Los satélites de comunicaciones en el mundo, en promedio, se ocupan alrededor del 70 y 75 por ciento.
Nosotros estamos usando nuestro satélite de mejor manera y estimamos que muy probablemente, bueno, antes de que llegue el fin de su vida útil, el satélite requiera, digamos, un refuerzo con algún satélite extranjero.
- ¿De qué manera la ABE está trabajando para fomentar la educación y el desarrollo de carreras espaciales en Bolivia?
- Hemos hecho un proceso de selección, una convocatoria abierta a ingenieros para que se presenten y puedan optar a una de las becas que hemos ofrecido para el proyecto. Ha habido más de 2 mil postulantes y hemos seleccionado menos de 100.
Esos ingenieros se han formado en China, se han especializado, han vuelto al país y ahora mismo ya llevan 10 años de experiencia en la operación de un satélite, que es una tarea de alta tecnología. Muchos de ellos han sido tentados por empresas extranjeras y ya no están con nosotros, están trabajando en el exterior, en empresas de satélites; pero también ya hemos hecho una formación de especialistas aquí en Bolivia. En 2019 formamos una nueva camada de especialistas.
- ¿Qué planes hay para el futuro?
- Tenemos un proyecto para sustituir al Túpac Katari 1 cuando sea necesario, ya sea al final de su vida útil o antes si hay un crecimiento explosivo del nivel de digitalización del país y la demanda crece. Ese proyecto está siempre en carpeta, siempre actualizado, la decisión se la tomará en los próximos dos años.
La idea es tener un satélite de alta capacidad de transferencia para atender las necesidades del país en los futuros años, donde esperamos que la sociedad se digitalice mucho más al nivel de los países avanzados.
El Túpac Katari 2 tendrá una propulsión iónica, que ya no requiere mucho combustible, se construirá con haces más estrechos que permiten el uso de frecuencias distintas, pero en un círculo. Entre dos círculos adyacentes se puede volver a usar la misma frecuencia, y esto, pues, aumenta la capacidad de transferencia del satélite y baja los costos de los servicios. Esas van a ser las principales innovaciones en el Túpac Katari 2.