Manfred Reyes Villa no quiere ser relacionado con los políticos de oposición como Carlos Mesa, Jorge Tuto Quiroga o Samuel Doria Medina, pero tampoco pretende ser ligado con el "arcismo". Ha decidido abrirse camino de forma separada y buscar el apoyo con una estrategia distinta.
Si bien comenzó diciendo que no tiene nada contra los políticos tradicionales, luego vaticinó que será blanco de una guerra sucia con miras a los comicios de 2025. "Yo voy a ser objeto de guerra sucia. Todos contra Manfred. Esta megacoalición que se ha formado en Santa Cruz, la gente del MAS... Todos contra Manfred".
De esa forma, Reyes Villa descartó ser el candidato "camuflado" del presidente Luis Arce o tejer algún tipo de alianza futura con el masismo. "¿Cómo podría ser aliado de un Gobierno que tanto daño me ha hecho? El actual Presidente y el expresidente (Evo Morales) son masistas. He tenido que estar 11 años fuera de Bolivia ¿Cómo podría yo ser parte de ellos? ¿Por qué me dicen aliado de Arce? Porque yo digo que se aprueben los créditos".
En el universo del fútbol, pocas cosas sorprenden más que la pasión de una hinchada. En Bolivia, esa pasión parece impermeable incluso tras la derrota 6-0 ante Argentina, el campeón del mundo, al menos por ahora. Mientras en gran parte del mundo las burlas se multiplican y se habla de un “golpe de realidad” para la Verde, en Bolivia increíblemente el ánimo sigue en alto.
CARLOS HUGO MOLINA
El manoseo de las elecciones judiciales, en las que nadie cree por sus antecedentes, unidas al absurdo generado por la crisis y el descrédito del órgano judicial, nos dejan cada vez más cerca de una anomia institucional, matizada por ausencia de dólares y combustible y una confrontación entre masistas que linda en lo ridículo, sin que ellos se den cuenta.
El manoseo de las elecciones judiciales, en las que nadie cree por sus antecedentes, unidas al absurdo generado por la crisis y el descrédito del órgano judicial, nos dejan cada vez más cerca de una anomia institucional, matizada por ausencia de dólares y combustible y una confrontación entre masistas que linda en lo ridículo, sin que ellos se den cuenta.
RÓGER CORTEZ HURTADO
En los años noventa del siglo anterior se expresaba una pugna entre la triunfante embestida neoconservadora y la resistencia social que se le opuso. En el primer bando los gobiernos del MIR-ADN, luego el del MNR y, por último, nuevamente ADN-MIR y aliados varios, recogieron el legado que impuso el movimientista, encabezado por Víctor Paz con su paquete de ajustes y reformas de 1985.
En los años noventa del siglo anterior se expresaba una pugna entre la triunfante embestida neoconservadora y la resistencia social que se le opuso. En el primer bando los gobiernos del MIR-ADN, luego el del MNR y, por último, nuevamente ADN-MIR y aliados varios, recogieron el legado que impuso el movimientista, encabezado por Víctor Paz con su paquete de ajustes y reformas de 1985.
afirmaba Arthur Schopenhauer que “el cambio es la única cosa inmutable”, y tenía razón. Tiempo atrás empecé a escribir mi columna en formato de relatos, la forma y fondo de estos recibió una conveniente crítica y dio nacimiento a un material interesante y con buena acogida; sin embargo, esta configuración, si bien rica en recursos literarios, no facilita la cita de ciertos elementos que se hacen esenciales hoy a la vista de la coyuntura.
afirmaba Arthur Schopenhauer que “el cambio es la única cosa inmutable”, y tenía razón. Tiempo atrás empecé a escribir mi columna en formato de relatos, la forma y fondo de estos recibió una conveniente crítica y dio nacimiento a un material interesante y con buena acogida; sin embargo, esta configuración, si bien rica en recursos literarios, no facilita la cita de ciertos elementos que se hacen esenciales hoy a la vista de la coyuntura.
El reciente mensaje del presidente Luis Arce ha desencadenado un amplio debate entre los actores mediáticos y políticos, destacando la importancia de las decisiones firmes e idóneas para el futuro de Bolivia. En su discurso, Arce propuso una serie de medidas estratégicas que buscan reestructurar el modelo económico del país, protegiendo a los bolivianos y fomentando el crecimiento a través de la inversión en materias primas estratégicas y el apoyo al sector privado.
El reciente mensaje del presidente Luis Arce ha desencadenado un amplio debate entre los actores mediáticos y políticos, destacando la importancia de las decisiones firmes e idóneas para el futuro de Bolivia. En su discurso, Arce propuso una serie de medidas estratégicas que buscan reestructurar el modelo económico del país, protegiendo a los bolivianos y fomentando el crecimiento a través de la inversión en materias primas estratégicas y el apoyo al sector privado.