Martín Sivak es autor de Jefazo, una biografía de Evo Morales. El periodista y escritor argentino, en su reciente libro, menciona a la adolescente Noemí y su relación con el dirigente cocalero.
El periodista argentino Martín Sivak publica Vértigos de lo inesperado. Evo Morales: el poder, la caída y el reino, “secuela” de Jefazo, retrato íntimo de Evo Morales, un libro que ofrece una mirada íntima sobre el expresidente de Bolivia, Evo Morales, durante su exilio en Argentina, donde vivió tras dejar el poder en 2019.
Sivak, cercano a Morales desde hace años, relata cómo durante este periodo fue su chofer, telefonista, rival de ajedrez y editor del libro de campaña Volveremos y seremos millones.
El libro también menciona el entorno del expresidente durante su residencia en Buenos Aires, específicamente en una casa en el barrio de Colegiales.
Allí, Morales convivía con la niña Noemí, su pareja en ese momento, su hermana, y su asistente personal, Lourdes. Sin embargo, recientes denuncias de abuso de menores han puesto en duda lo que sucedía en ese entorno.
Angélica Ponce, exdirigente intercultural, ha señalado que Morales era visitado frecuentemente por cuatro menores de edad durante su estancia en Buenos Aires. Según Ponce, estas jóvenes ejercían funciones de "jefas de gabinete" y, a la vez, como "sirvientas".
A estas acusaciones se suma la mención de Noemí M., pareja del expresidente durante su residencia en Argentina.
Ponce afirmó que Morales habría embarazado a una menor de 15 años, lo que agrava las acusaciones en su contra.
Martín Sivak, en su reciente libro, menciona a Noemí y su relación con Morales, describiendo escenas cotidianas de convivencia, como almuerzos y conversaciones, pero asegura que nunca vio a menores de edad en la casa de Morales en Colegiales.
Sin embargo, reconoce que había aspectos que podrían no haber sido visibles para él.
Las denuncias más recientes coinciden con una serie de acusaciones previas que han reavivado la atención sobre Morales y su entorno durante su exilio. La respuesta del expresidente, quien ha negado las acusaciones y denunciado una persecución judicial, no ha sido suficiente para despejar las dudas en torno a estos hechos.
“En algún momento, pensé que Jefazo era una épica de la llegada a la presidencia y la mística de los primeros años de Evo Morales, y que Vértigos de lo inesperado sería un drama del derrumbe, las degradaciones y el despoder. Finalmente, resultó una aproximación a la intimidad, un ensayo sobre el ejercicio del poder, el relato de una megalomanía, de la obsesión por aferrarse a la jefatura del Estado y por recuperar en las presidenciales de 2025 todo lo que creía que le habían arrebatado”.
Su cercanía con Morales es manifiesta. “Desde la llegada de Evo a su exilio argentino, hice de chofer, de telefonista, de sparring deportivo, de agente inmobiliario, de rival de ajedrez, de editor del libro de campaña Volveremos y seremos millones y, sobre todo, de compañía -revela el autor-. Escuché planes, secretos temerarios y descabellados, vi más de cerca su vida amorosa, la desolación, la euforia contenida. En paralelo, registré todo lo que pude”. Por pedido de Morales, fue Sivak quien se ocupó de buscarle una casa en Buenos Aires, que encontró en el barrio de Colegiales.
En el libro hay referencias a anteriores acusaciones de abuso de menores en contra del expresidente boliviano, a las que días atrás se sumaron las de la exdirigente boliviana Angélica Ponce, que contó que, en Buenos Aires, a Morales lo visitaban con frecuencia cuatro menores de edad que oficiaban como “jefas de gabinete” y, a la vez, como “sirvientas”. Ponce fue expulsada en 2022 de la Confederación Sindical de Mujeres Interculturales por “difamar” a Morales.