El expresidente Evo Morales comenzó la noche de este viernes su huelga de hambre en instalaciones de la Coordinadora de las 6 Federaciones del Trópico de Cochabamba y aseguró que se quedará en el país.
En imágenes compartidas en redes sociales del exmandatario, se observa que otros dirigentes también se sumaron a la medida de presión recostados sobre colchones, además del senador "evista" Leonardo Loza.
"Pueden detenerme, ojalá que no me maten, por favor. Estaba muchas veces en la cárcel, no tengo miedo, pero no me voy a ir de Bolivia, estoy con mi pueblo y con el pueblo vamos a resistir, vamos a enfrentar y vamos a derrotar un gobierno corrupto, un gobierno narco", dijo Morales.
Horas antes, el líder del MAS había anunciado la huelga de hambre hasta que el Gobierno pueda convocar a dos mesas técnicas para atender las demandas del "evismo" y con el objetivo de evitar hechos de sangre.
"No me voy a rendir, ni me voy a vender", añadió.
La medida de presión fue asumida poco después de la intervención de la Policía y Fuerzas Armadas a los bloqueos que existían en la carretera que une Cochabamba con el occidente desde hace 19 días.
La situación en el trópico de Cochabamba (Chapare) desafía cualquier noción de Estado de derecho y constitucionalidad en Bolivia. Los eventos recientes, en que cocaleros de las Seis Federaciones del Trópico han asumido el control, expulsando a la Policía y al Ejército, exhiben el creciente poder de una facción que ha convertido la región en su propio feudo.
El Movimiento al Socialismo (MAS) nunca tuvo un proyecto de país, a diferencia de las otras grandes corrientes políticas en Bolivia: las conservadoras del siglo XIX, las liberales en el inicio de la centuria, las nacionalistas que cruzaron siete décadas. La sigla del MAS es prestada, detalle que refleja cómo desde sus inicios andaba a tropezones. No es un modelo socialista; es más un capitalismo salvaje.
El Movimiento al Socialismo (MAS) nunca tuvo un proyecto de país, a diferencia de las otras grandes corrientes políticas en Bolivia: las conservadoras del siglo XIX, las liberales en el inicio de la centuria, las nacionalistas que cruzaron siete décadas. La sigla del MAS es prestada, detalle que refleja cómo desde sus inicios andaba a tropezones. No es un modelo socialista; es más un capitalismo salvaje.
GARY A. RODRÍGUEZ
José Martí dijo cierta vez: “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. El poeta se refería al legado que dejaremos al partir de este mundo. Nuestras obras darán cuenta de ello. En lo que a mí respecta, con el favor de Dios, planté más de un árbol; tengo dos hijos y sus esposas son dos hijas más para mí, y escribí más de un libro.
José Martí dijo cierta vez: “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. El poeta se refería al legado que dejaremos al partir de este mundo. Nuestras obras darán cuenta de ello. En lo que a mí respecta, con el favor de Dios, planté más de un árbol; tengo dos hijos y sus esposas son dos hijas más para mí, y escribí más de un libro.
El censo “arcista” pasará a la historia como el más criticado, atacado y conflictivo.
Los problemas comenzaron cuando se lo postergó, desatando la huelga más larga que ejecutó Santa Cruz: 36 días. Este Departamento era el más interesado en que se lo realice debido a que estaba convencido, como el resto del país, de que su crecimiento poblacional fue elevado, ayudado, entre otros factores, por la inmigración de gente originaria del occidente.
El censo “arcista” pasará a la historia como el más criticado, atacado y conflictivo.
Los problemas comenzaron cuando se lo postergó, desatando la huelga más larga que ejecutó Santa Cruz: 36 días. Este Departamento era el más interesado en que se lo realice debido a que estaba convencido, como el resto del país, de que su crecimiento poblacional fue elevado, ayudado, entre otros factores, por la inmigración de gente originaria del occidente.
VERÓNICA ORMACHEA
Robert Kennedy Jr. se subió al carro equivocado. Cuesta creer que un Kennedy —cuya familia representa la quintaesencia de la democracia— entregue sus votos a nada menos que Donald Trump, un candidato tan cuestionado que no perdió ocasión de criticarlo y que no representa los intereses de los demócratas.
Trump incluso ha comentado que Robert Jr. es el más tonto de su clan. Pero cuando se sumó a su campaña, aseguró que es brillante.
Robert Kennedy Jr. se subió al carro equivocado. Cuesta creer que un Kennedy —cuya familia representa la quintaesencia de la democracia— entregue sus votos a nada menos que Donald Trump, un candidato tan cuestionado que no perdió ocasión de criticarlo y que no representa los intereses de los demócratas.
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