Los reclamos por la elección de las becas Sueño Bicentenario siguen y suman en Cochabamba y el país. Ayer, los deportistas afectados unieron sus voces para observar los criterios de elección que los dejaron fuera.
El Viceministerio de Deportes explicó el criterio que se utilizó para la elección de los 100 becarios en distintas categorías (A, B y C), además dijo que estas no serán cambiadas.
“Es una decepción total, pero escuchar la conferencia de prensa (del Viceministerio de Deportes) fue una decepción más. Uno viene preparándose con todo en lo que conlleva gastos y aspirábamos a que nuestros nombres sean los primeros en la lista”, dijo el triatleta Rodrigo Leaño, uno de los principales exponentes de su disciplina en el país.
Similar criterio vertió la también triatleta Rocío Leaño, quien lamentó que no se haya considerado a varios deportistas.
“Representar al país es algo que me llena, por lo que lucho y pienso seguir luchando pensando en haber sido parte de las listas. Es un sueño representar al país, pero con el apoyo sería una realidad”, indicó Rocío.
Ratificando su desacuerdo, ayer un grupo de deportistas hizo conocer su desacuerdo con las autoridades nacionales y cuestionaron los criterios elegidos para el programa de becas de apoyo económico.
Con el avance de los trabajos de construcción de su Línea Amarilla, el Tren Metropolitana de Cochabamba está en vías de consolidarse como una opción conveniente para el transporte de pasajeros.
Tuvieron que vencerse muchas peripecias, todas resultantes de la oposición ciudadana, antes de que se defina el trazo de esa línea y se inicie su implementación, aunque con un alcance distinto del que tenía al principio pues no llegará hasta Sacaba.
Aunque ya se ha dicho, vale la pena repetirlo. Las marchas y contramarchas, los cada vez más frecuentes discursos dominicales del presidente —el último ya sin tanto efecto— tienen que ver sólo con la disputa por la candidatura del MAS para las elecciones de 2025: o Luis Arce o Evo Morales, esa es la cuestión.
Aunque ya se ha dicho, vale la pena repetirlo. Las marchas y contramarchas, los cada vez más frecuentes discursos dominicales del presidente —el último ya sin tanto efecto— tienen que ver sólo con la disputa por la candidatura del MAS para las elecciones de 2025: o Luis Arce o Evo Morales, esa es la cuestión.
RÓGER CORTEZ HURTADO
Se llama millennials a los nacidos entre 1982 a 1994 y son parte de las generaciones de nativos digitales con las que todos hemos ingresado en la era de la Inteligencia Artificial. En estos días de la segunda (¿o tercera?) ofensiva final del MAS opositor, encarnada en la marcha que partió de Caracollo, un pequeño grupo de políticos millennials se asoma la posibilidad de ocupar un sitio central en los acontecimientos.
Se llama millennials a los nacidos entre 1982 a 1994 y son parte de las generaciones de nativos digitales con las que todos hemos ingresado en la era de la Inteligencia Artificial. En estos días de la segunda (¿o tercera?) ofensiva final del MAS opositor, encarnada en la marcha que partió de Caracollo, un pequeño grupo de políticos millennials se asoma la posibilidad de ocupar un sitio central en los acontecimientos.
CARLOS HUGO MOLINA
“Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”, cantaba Victor Manuel cuando se recuperaba la democracia en España. Ahora, para que nuestra reconciliación funcione, necesitamos que vuelvan todos. Hay una lista muy larga de perseguidos con procesos despreciables que, al haberse judicializado la política, limita una solución por los perseguidos, presos o procesados indebidamente, con saña y venganza.
“Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”, cantaba Victor Manuel cuando se recuperaba la democracia en España. Ahora, para que nuestra reconciliación funcione, necesitamos que vuelvan todos. Hay una lista muy larga de perseguidos con procesos despreciables que, al haberse judicializado la política, limita una solución por los perseguidos, presos o procesados indebidamente, con saña y venganza.
Si no somos aún un “Estado fallido”, hacia allí vamos, y rápido. Hoy Bolivia debe tener el gobierno más débil de su historia desde la Revolución de 1952. Posiblemente comparable al de la UDP a principios de los 80 y más parecido al desgobierno de Juan José Torres y la “Asamblea Popular”. Pero la UDP duró solo tres años y Torres algunos meses, antes de que las Fuerzas Armadas y los dos partidos políticos más importantes salvaran al país del desgobierno socialista.
Si no somos aún un “Estado fallido”, hacia allí vamos, y rápido. Hoy Bolivia debe tener el gobierno más débil de su historia desde la Revolución de 1952. Posiblemente comparable al de la UDP a principios de los 80 y más parecido al desgobierno de Juan José Torres y la “Asamblea Popular”. Pero la UDP duró solo tres años y Torres algunos meses, antes de que las Fuerzas Armadas y los dos partidos políticos más importantes salvaran al país del desgobierno socialista.