La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) ha advertido sobre una inminente “emergencia sanitaria” en Bolivia debido a la escasez de dólares y combustible, situación que amenaza con desestabilizar el suministro de medicamentos y la viabilidad de la industria farmacéutica en el país.
Según Cifabol, el aumento en los costos de insumos, sumado a las dificultades para realizar pagos internacionales, está comprometiendo la producción y distribución de medicamentos esenciales. La organización emitió recientemente un comunicado en el que solicita al Estado medidas urgentes para mitigar estos problemas. “Exigimos soluciones inmediatas para nuestro sector, a fin de evitar una emergencia sanitaria en el país”, destacó Cifabol, subrayando que la limitada disponibilidad de dólares ha elevado notablemente los costos de producción.
La situación se agrava por la escasez de combustible, que es fundamental para el transporte y la logística en el sector farmacéutico. Esta limitación, junto con las barreras en los pagos internacionales, ha generado retrasos y restricciones en el suministro de medicamentos.
Después de 20 meses de iniciado, el proceso para la realización de las elecciones judiciales parece encaminarse a su fin en una modalidad ajena a lo prescrito en la Constitución Política del Estado (CPE).
Esa distorsión, la larga lista de peripecias que ha vencido este trámite y, sobre todo, la deteriorada confianza que inspira en los bolivianos la administración de justicia nacional, plantean la necesidad de un serio cuestionamiento al sistema judicial vigente en el país.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Silvio Berlusconi dijo alguna vez que lo único que le gustaba de Donald Trump era su mujer, una rusa muy bella de nombre Melania.
El millonario, ahora presidente de EEUU por segunda vez, querría tener otros méritos para ser admirado, además de su bella esposa, y está en ese afán.
Algo que muy pocos mencionan de él es que jamás tomó alcohol debido a que un hermano suyo murió intoxicado.
Silvio Berlusconi dijo alguna vez que lo único que le gustaba de Donald Trump era su mujer, una rusa muy bella de nombre Melania.
El millonario, ahora presidente de EEUU por segunda vez, querría tener otros méritos para ser admirado, además de su bella esposa, y está en ese afán.
Algo que muy pocos mencionan de él es que jamás tomó alcohol debido a que un hermano suyo murió intoxicado.
Al indignado “Bolivia dijo no” erupcionando desde los corazones para hacerse grito estentóreo exiliando de las calles al tirano que había pisoteado la voz del pueblo sentenciando el 21f, le siguió la certeza de que se le derrotaría en las urnas. Cuando el fraude se hizo evidente abrió paso al clamor de la protesta reclamando “mi voto se respeta, carajo”, combinado con la saya de la resistencia: “¿Quién se rinde? ¡nadie se rinde! ¿quién se cansa? ¡nadie se cansa! ¿Evo de nuevo? ¡huevo, carajo!”
Al indignado “Bolivia dijo no” erupcionando desde los corazones para hacerse grito estentóreo exiliando de las calles al tirano que había pisoteado la voz del pueblo sentenciando el 21f, le siguió la certeza de que se le derrotaría en las urnas. Cuando el fraude se hizo evidente abrió paso al clamor de la protesta reclamando “mi voto se respeta, carajo”, combinado con la saya de la resistencia: “¿Quién se rinde? ¡nadie se rinde! ¿quién se cansa? ¡nadie se cansa! ¿Evo de nuevo? ¡huevo, carajo!”
Babilonia, año 522 aC: el rey persa Darío enfrenta una sublevación liderada por un presunto heredero de Nabónido, el último monarca de Babilonia. No se sabe si hubo bloqueos, autoatentados o huelgas de hambre “hasta las últimas consecuencias”, pero sí hubo una batalla en que el poderoso ejército persa venció a los rebeldes y capturó a su jefe, a quien le esperaba un castigo digno de un dignatario.
Babilonia, año 522 aC: el rey persa Darío enfrenta una sublevación liderada por un presunto heredero de Nabónido, el último monarca de Babilonia. No se sabe si hubo bloqueos, autoatentados o huelgas de hambre “hasta las últimas consecuencias”, pero sí hubo una batalla en que el poderoso ejército persa venció a los rebeldes y capturó a su jefe, a quien le esperaba un castigo digno de un dignatario.
GABRIELA KESEBERG DÁVALOS
La libertad de prensa, pilar fundamental de cualquier democracia, en Bolivia está desangrándose en la sala de emergencia. Los constantes ataques, restricciones y amenazas a los periodistas y medios de comunicación independientes se han vuelto tan “normales” que ya a nadie parece importarle. Y es por eso mismo que hay que insistir en el tema. Sólo durante estos días de bloqueo han sido 25 agresiones, incluyendo intentos de asesinato.
La libertad de prensa, pilar fundamental de cualquier democracia, en Bolivia está desangrándose en la sala de emergencia. Los constantes ataques, restricciones y amenazas a los periodistas y medios de comunicación independientes se han vuelto tan “normales” que ya a nadie parece importarle. Y es por eso mismo que hay que insistir en el tema. Sólo durante estos días de bloqueo han sido 25 agresiones, incluyendo intentos de asesinato.