Mañana, primer domingo de septiembre, es desde hace 12 años el Día Nacional del Peatón y del Ciclista en Defensa de la Madre Tierra, como enuncia la Ley No. 150, que lo instituye “con el fin de lograr conciencia sobre la protección del medioambiente y por consiguiente la protección de la salud humana”.
El primer impacto de una jornada nacional sin circulación de vehículos motorizados —“que utilicen algún tipo de carburante a partir de 00:00 hasta horas 18:00”, como impone esa ley— es una reducción significativa de la contaminación atmosférica, un 70 por ciento en la ciudad de La Paz el año pasado, según reportes de su alcaldía.
Ese impacto será menor en Cochabamba, pues persiste el humo de los incendios recientes que se produjeron en varios municipios, por lo que aquí el impacto en la atmósfera será menor esa jornada sin motorizados.
Mejorar la calidad del aire, al menos por un día, fue el principal propósito del Día del Peatón cuando se lo instituyó en Cochabamba en 1999. Con el paso del tiempo, esa jornada dejó de ser única en el año y en esta ciudad existen tres anuales: en abril, septiembre y diciembre.
Pero al mismo tiempo que el número de jornadas de este tipo aumentó debido a la aceptación y el disfrute generalizados, el Día del Peatón se fue transformando en una ocasión para el comercio de todo tipo —y en variadas escalas—, cuya actividad genera cantidades extraordinarias de basura, en su mayor parte de material plástico: un contaminante que demora décadas en biodegradarse.
Lo que sí se degrada ese día, y con intensidad, es el ambiente acústico. La contaminación de este tipo, el azote implacable de música estridente, es un problema que contribuye de manera notable al aumento del estrés individual y, por consiguiente, de las tensiones en la interacción entre las personas, por lo que la necesidad de promover su reducción ya ha sido incorporada a la lista de prioridades en las principales ciudades del mundo. Es un problema que sufrimos a diario, especialmente en el centro de la ciudad de Cochabamba, y que en determinados puntos se recrudece el Día del Peatón.
Las restricciones impuestas para hoy por todas las alcaldías del país, como lo manda la ley 150, apuntan a la ausencia de vehículos motorizados en las calles —excepto, “y en casos de emergencia” “ambulancias, vehículos policiales, militares, tránsito y bomberos”—.
Pero, además de esa prohibición que redunda en la calidad de lo que respiramos, el domingo deben realizarse, según la ley, “actividades educativas de concientización, artísticas, culturales y deportivas, que podrán ser desarrolladas en vías públicas”, esperemos que el impacto de estas dure más que las 18 horas sin vehículos en las calles.