¿La sobreoferta de universidades privadas solucionará la deficiente educación superior pública?
El presente, complejo y desafiante, de nuestro país, provoca serias preguntas sobre la calidad, accesibilidad y estabilidad del sistema educativo universitario. Las deficiencias formativas visibles del sistema universitario público que crearon e hicieron crecer toda una tecnología política para administrar la “autonomía universitaria”, y la desafiante oferta de instituciones privadas que han creado un currículo propio que pretende entender el “mercado de trabajo”, generan un debate importante sobre el futuro de la educación superior.
La realidad económica boliviana que revive desde 2014 la situación de crisis económica en la población, nos obliga a la revelación de las debilidades del sistema universitario de educación pública. Como parte de la declaración de derechos esenciales de la población reconocidos por la Constitución, la educación financiada con dinero público no muestra fatiga presupuestaria, no, enfrenta problemas de la columna vertebral de la operación enseñanza-aprendizaje, actualización de sus currículos, calidad de infraestructuras y la actualización/preparación de sus docentes. Estas tres condiciones hunden el prestigio de las varias casas superiores de estudio, planteando dudas a sus hipotéticos beneficiarios, sobre la capacidad de estas instituciones de formar profesionales cualificados, preparados para los desafíos del mercado laboral actual en el país o en el globo. Las dudas de los contribuyentes sobre un sistema nominalmente democrático que las organizaría y viabilizaría, son tan grandes que conmocionarían a cualquier contador o auditor, mostrando que —indefectiblemente— varias universidades públicas son feudos que desafían las leyes de la corrección, ciencia y mérito.
De otra parte, la proliferación de universidades privadas, insistentemente presentadas como el remedio a la insuficiencia de la educación pública, crea una oferta tan abundante e inverosímil, que, en muchos casos, responde más a intereses lucrativos que a la determinación y culto de una verdadera vocación educativa. Pocas universidades privadas en Bolivia, que me abstendré de identificar por su nombre, han consolidado su trabajo formando las mentes desiguales de sus estudiantes, abriéndoles un camino razonable al ejercicio de la profesión deseada.
En regiones del país con escasa (o dificultosa) conexión territorial y por ello con un débil tejido empresarial y/o institucional, el crecimiento de casas superiores de estudio privadas, ha suscitado preocupaciones sobre el impacto real que logran en la vida de la región. Las finanzas de las familias que sostienen a los estudiantes suelen mostrar una severa depauperación que no es equilibrada con la oferta de los programas ofrecidos.
La presión (y reputación) al obtener un título de grado universitario y las promesas de una educación diferenciada, han llevado a muchos estudiantes a optar por instituciones privadas, muchas veces sin tener referencias claras y visibles que señalen a estos centros y muchos menos los categorizen, como corresponde a esta instancia universal. La regulación y controles en la educación superior, debería nutrirse primero de un patrón y organización internos que debe ser perfectamente visible y diferenciable; al presente, la entidad estatal encargada de supervisar las universidades privadas, ha creado un complejo burocrático prácticamente inexpugnable para regir procedimientos, plazos y por supuesto, multas. No existe, empero, y desde su creación, un examen o estudio específico que dirima la naturaleza de cada casa de estudios, su evolución, cumplimiento de reglas y sus capacidades reales para impactar y servir a la región en la que están instaladas.
Es imperativo que los contribuyentes y los ciudadanos puedan abrir un diálogo acerca de las mejoras posibles y probables en la educación superior de nuestro país, cuestionando tanto la gestión interna de las universidades públicas como la sostenibilidad y calidad de las universidades privadas.
Reclamo una discusión y estudios fiables y serenos que permitan distinguir una casa superior de estudios boliviana, en la contabilidad del éxito (y la reputación) internacional del que nunca somos parte, sino marginal. Casi una rareza.
Muchos interpretaron el repliegue de Evo Morales en el Chapare como la expresión más clara de su derrota frente al Gobierno. Incluso se dijo que la estrategia política de demolición personal había sido muy exitosa. Si a eso se añadía la “captura” de la sigla y la jefatura, pues todo parecía haber salido a pedir de boca.
Muchos interpretaron el repliegue de Evo Morales en el Chapare como la expresión más clara de su derrota frente al Gobierno. Incluso se dijo que la estrategia política de demolición personal había sido muy exitosa. Si a eso se añadía la “captura” de la sigla y la jefatura, pues todo parecía haber salido a pedir de boca.
En los últimos días se han publicado los resultados de algunas encuestas, que dan primacía a ciertos potenciales candidatos (recordemos que todavía no tenemos ningún candidato oficial, las encuestas han salido sumamente adelantadas al proceso electoral). Este temprano lanzamiento es síntoma del malestar que existe en el país como parte de la creciente crisis económica y de la decadencia institucional que hacen desear un giro de timón al boliviano.
En los últimos días se han publicado los resultados de algunas encuestas, que dan primacía a ciertos potenciales candidatos (recordemos que todavía no tenemos ningún candidato oficial, las encuestas han salido sumamente adelantadas al proceso electoral). Este temprano lanzamiento es síntoma del malestar que existe en el país como parte de la creciente crisis económica y de la decadencia institucional que hacen desear un giro de timón al boliviano.
RÓGER CORTEZ HURTADO
El triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones nacionales de 2014 le permitió sumar a su férreo control del Ejecutivo, dos tercios de los legisladores y con ello la elección de los candidatos a las elecciones judiciales de 2017. Ese control del Legislativo tenían que agradecerlo a la oposición que les obsequió la plaza, al no asumir que aquel era el campo real de disputa en ese momento.
El triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones nacionales de 2014 le permitió sumar a su férreo control del Ejecutivo, dos tercios de los legisladores y con ello la elección de los candidatos a las elecciones judiciales de 2017. Ese control del Legislativo tenían que agradecerlo a la oposición que les obsequió la plaza, al no asumir que aquel era el campo real de disputa en ese momento.
CARLOS HUGO MOLINA
"Tengo tantas ganas de ayudar al próximo presidente para que los bolivianos salgamos de esta miserable pobreza", escribió Marcelo Claure en su cuenta X, el 1 de diciembre.
"Tengo tantas ganas de ayudar al próximo presidente para que los bolivianos salgamos de esta miserable pobreza", escribió Marcelo Claure en su cuenta X, el 1 de diciembre.
AGUSTÍN ECHALAR ASCARRUNZ
Mi padrino, Luis I.
Mi padrino, Luis I.
En enero de 2025 la Ley de Imprenta cumplirá 100 años, convirtiéndose en una de las normas vigentes más antiguas de la legislación boliviana.
La idea de la norma es tan sencilla y tan potente, que se puede resumir en su primer artículo: todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos en la prensa sin previa censura, salvo las restricciones establecidas en esa ley.
En enero de 2025 la Ley de Imprenta cumplirá 100 años, convirtiéndose en una de las normas vigentes más antiguas de la legislación boliviana.
La idea de la norma es tan sencilla y tan potente, que se puede resumir en su primer artículo: todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos en la prensa sin previa censura, salvo las restricciones establecidas en esa ley.
ENRIQUE VELAZCO RECKLING
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
DANIELA MURIALDO LÓPEZ
Pese a que no me tocó vivir las revueltas setenteras ni he sufrido nunca un golpe de Estado, soy hija del exilio (mi padre, chileno, escapó de los tanques pinochetistas) con un padrastro boliviano entrenado militarmente en Albania para la guerrilla, quien sufrió clandestinidades, destierros y campos de concentración con torturas físicas y sicológicas.
Pese a que no me tocó vivir las revueltas setenteras ni he sufrido nunca un golpe de Estado, soy hija del exilio (mi padre, chileno, escapó de los tanques pinochetistas) con un padrastro boliviano entrenado militarmente en Albania para la guerrilla, quien sufrió clandestinidades, destierros y campos de concentración con torturas físicas y sicológicas.
Todo parece indicar que estamos llegando al final de la disputa —mejor dicho, guerra— por el control de la sigla, en el seno del Movimiento Al Socialismo (MAS), entre los dos bloques: el ala “radical” evista versus el ala “renovadora” arcista.
Todo parece indicar que estamos llegando al final de la disputa —mejor dicho, guerra— por el control de la sigla, en el seno del Movimiento Al Socialismo (MAS), entre los dos bloques: el ala “radical” evista versus el ala “renovadora” arcista.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Está con pase a bordo de un avión que llegará en cualquier momento el coronel Maximiliano Dávila, que fue zar antidrogas del cocalero Morales, aunque en la práctica le quitó el prefijo "anti".
Debe ir a Estados Unidos como extraditado, pero el temor que existe en el grupo del cocalero es que se lo contrató como cantante, porque revelará detalles sobre cómo Bolivia se convirtió en el Afganistán de Sudamérica.
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Debe ir a Estados Unidos como extraditado, pero el temor que existe en el grupo del cocalero es que se lo contrató como cantante, porque revelará detalles sobre cómo Bolivia se convirtió en el Afganistán de Sudamérica.