El secretario de Salud de la Gobernación de Cochabamba, Nelson Ticona, dijo ayer que buscan alternativas para cubrir el déficit de ítems para el personal de salud en el departamento.
Señaló que los ítems del personal médico son designados por el Ministerio de Salud desde el año 2007 y no se considera el crecimiento vegetativo. A esto se suma que los ítems que eran designados a partir de los recursos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) también se verán afectados.
Ticona explicó que al no poder cubrir el déficit de personal de salud en los distintos niveles, desde el Ministerio de Salud han solicitado a las alcaldías y gobernaciones que “busquen alternativas”.
“Probablemente la estrategia que se podría utilizar es que los gobiernos municipales y las gobernaciones puedan buscar una alternativa de contratar consultores en líneas y poder cubrir el déficit”, sostuvo.
La intención es garantizar los recursos para contratar personal de salud, incluso como consultores en línea. Ticona adelantó que desde la Gobernación analizan alternativas para contar con personal en los hospitales de tercer nivel.
El río Rocha que en el pasado inspiró canciones y bañaba el valle de Cochabamba; ahora, parece agonizar frente a todos. Ya no queda nada de su corriente caudalosa y sin olor; es más, en la época seca parece un arroyo de aguas negras, fétidas y estancadas.
El río es parte de la cuenca del mismo nombre y su cauce principal atraviesa la región metropolitana de Cochabamba, la más poblada del departamento, lo que lo hace más vulnerable a las acciones humanas e industriales.
Aunque ya se ha dicho, vale la pena repetirlo. Las marchas y contramarchas, los cada vez más frecuentes discursos dominicales del presidente —el último ya sin tanto efecto— tienen que ver sólo con la disputa por la candidatura del MAS para las elecciones de 2025: o Luis Arce o Evo Morales, esa es la cuestión.
Aunque ya se ha dicho, vale la pena repetirlo. Las marchas y contramarchas, los cada vez más frecuentes discursos dominicales del presidente —el último ya sin tanto efecto— tienen que ver sólo con la disputa por la candidatura del MAS para las elecciones de 2025: o Luis Arce o Evo Morales, esa es la cuestión.
RÓGER CORTEZ HURTADO
Se llama millennials a los nacidos entre 1982 a 1994 y son parte de las generaciones de nativos digitales con las que todos hemos ingresado en la era de la Inteligencia Artificial. En estos días de la segunda (¿o tercera?) ofensiva final del MAS opositor, encarnada en la marcha que partió de Caracollo, un pequeño grupo de políticos millennials se asoma la posibilidad de ocupar un sitio central en los acontecimientos.
Se llama millennials a los nacidos entre 1982 a 1994 y son parte de las generaciones de nativos digitales con las que todos hemos ingresado en la era de la Inteligencia Artificial. En estos días de la segunda (¿o tercera?) ofensiva final del MAS opositor, encarnada en la marcha que partió de Caracollo, un pequeño grupo de políticos millennials se asoma la posibilidad de ocupar un sitio central en los acontecimientos.
CARLOS HUGO MOLINA
“Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”, cantaba Victor Manuel cuando se recuperaba la democracia en España. Ahora, para que nuestra reconciliación funcione, necesitamos que vuelvan todos. Hay una lista muy larga de perseguidos con procesos despreciables que, al haberse judicializado la política, limita una solución por los perseguidos, presos o procesados indebidamente, con saña y venganza.
“Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios”, cantaba Victor Manuel cuando se recuperaba la democracia en España. Ahora, para que nuestra reconciliación funcione, necesitamos que vuelvan todos. Hay una lista muy larga de perseguidos con procesos despreciables que, al haberse judicializado la política, limita una solución por los perseguidos, presos o procesados indebidamente, con saña y venganza.
Si no somos aún un “Estado fallido”, hacia allí vamos, y rápido. Hoy Bolivia debe tener el gobierno más débil de su historia desde la Revolución de 1952. Posiblemente comparable al de la UDP a principios de los 80 y más parecido al desgobierno de Juan José Torres y la “Asamblea Popular”. Pero la UDP duró solo tres años y Torres algunos meses, antes de que las Fuerzas Armadas y los dos partidos políticos más importantes salvaran al país del desgobierno socialista.
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