Florida sufre los embates del huracán Milton, de categoría 5 (la máxima), apenas dos semanas después de sufrir el huracán Helene, de categoría 4 y que dejó más de 200 muertos en seis estados del país norteamericano.
Y gracias a la ciencia es posible saber que el calentamiento global inducido por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades humanas hace que este tipo de eventos extremos sean más habituales y destructores.
A última hora del 26 de septiembre, el huracán Helene tocó tierra con categoría 4 en Florida, provocando fuertes vientos, lluvias extremas y mareas sin precedentes en la costa. Durante los dos días siguientes, se adentró hacia el interior, causando importantes daños en Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia. Al menos 227 personas perdieron la vida y casi 2 millones se quedaron sin electricidad, lo que lo sitúa como el huracán más mortífero desde Katrina, en 2005.
Acorde a un estudio de atribución del World Weather Attribution (WWA), huracanes tan intensos como Helene son hoy unas 2,5 veces más probables en la región: se esperaba que se produjeran de media cada 130 años y ahora se esperan con una probabilidad de 1 entre 53 en un año determinado. Asimismo, la velocidad del viento en la costa de Florida fue 21 km/h (un 11 por ciento) más intensa y las precipitaciones un 10 por ciento mayores debido al cambio climático.
Otro factor clave para el desarrollo del ciclón tropical fueron las temperaturas de la superficie del mar en el Golfo de México (2 ºC por encima de la media), las cuales se hicieron entre 200 y 500 veces más probables debido al cambio climático.
Ahora, sin tiempo de reacción y asimilación, la población se enfrenta al huracán Milton. Desde Climate Central, un grupo independiente formado por especialistas del clima y comunicadores, han llevado a cabo un análisis rápido del evento extremo y concluyen que el calentamiento del océano ha desencadenado que el huracán sufra una intensificación extremadamente rápida, concepto que se emplea cuando los vientos máximos sostenidos de un ciclón tropical aumentan unos 93 km/h. En este caso, el huracán Milton experimentó un aumento de 143 km/h en los vientos máximos sostenidos en 24 horas.
Según la última actualización del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), Milton “sigue siendo un huracán catastrófico de categoría 5”.
Los factores
“Cuanto más caliente está el océano, más combustible hay para que los huracanes se intensifiquen, siempre que otras condiciones atmosféricas (como la cizalladura del viento) también sean favorables”, señala la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés.
Máxima categoría
El huracán Milton alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson (es decir, su máxima calificación) el 7 de octubre.