Agencias
La Iglesia católica ha dejado “abierta” la posibilidad de que las mujeres puedan acceder a la ordenación como diáconos, una función que precede al sacerdocio. Este pronunciamiento se realizó durante el Sínodo, la asamblea mundial de obispos y laicos convocada en el Vaticano para debatir el futuro de la Iglesia. El tema de la ordenación femenina, en particular, ha generado división entre los participantes, pero el documento final del encuentro, aprobado por el Papa Francisco, expresa que “no existen motivos que impidan a las mujeres asumir mayores responsabilidades” dentro de la Iglesia.
El documento, que fue resultado de tres años de consulta a los fieles, plantea que “la reflexión debe continuar” en torno al rol de las mujeres.