La reciente postergación del duelo de la fecha 20 entre GV San José y Aurora, que debían jugar este sábado 9 de noviembre en Oruro (15:00) y que no tiene nueva fecha de juego, dejó al Torneo Clausura paralizado, por ahora, durante el receso.
Sin una fecha definitiva para su retorno y con la inminente compresión del calendario, las jornadas 22 a la 30, además de algunos cotejos pendientes de otras jornadas, se avizora un calendario que deberá completarse hasta el martes 31 de diciembre, fecha límite del fin de la temporada.
Aunque los bolivianos vivimos la evolución de una crisis política que agrava la situación económica y no parece tener perspectivas de un desenlace rápido, el mundo está pendiente de la jornada final de las elecciones en EEUU, cuyo resultado es tan incierto como trascendental.
Así lo muestra la prensa internacional, reflejando el final de varios meses de una campaña electoral atípica, marcada por la desinformación, la agresividad del expresidente candidato y la división del electorado.
AGUSTÍN ECHALAR ASCARRUNZ
Estas últimas semanas Evo Morales ha puesto al país de cabeza, su espacio de influencia y de fidelidad tiene una ubicación ideal, se bloquea el Chapare, y zonas aledañas y se bloquea la comunicación vial entre las tres más importantes ciudades de Bolivia. Esto causa enormes incomodidades y termina siendo muy oneroso para toda la ciudadanía.
Estas últimas semanas Evo Morales ha puesto al país de cabeza, su espacio de influencia y de fidelidad tiene una ubicación ideal, se bloquea el Chapare, y zonas aledañas y se bloquea la comunicación vial entre las tres más importantes ciudades de Bolivia. Esto causa enormes incomodidades y termina siendo muy oneroso para toda la ciudadanía.
¿Es la conducta moral de políticos, más aún de aquellos que llegan o aspiran llegar a la presidencia, pertinente al ejercicio de sus funciones y para el electorado? ¿Debería serlo? Lo que nos lleva a estas interrogantes es la conducta moral de Evo Morales y el impacto que ésta podría tener en el acontecer político.
¿Es la conducta moral de políticos, más aún de aquellos que llegan o aspiran llegar a la presidencia, pertinente al ejercicio de sus funciones y para el electorado? ¿Debería serlo? Lo que nos lleva a estas interrogantes es la conducta moral de Evo Morales y el impacto que ésta podría tener en el acontecer político.
De cumplirse el objetivo de Evo Morales, sería el primer procesado por el delito de estupro en negociar su caso con la mediación de instancias internacionales. Por increíble que parezca, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos aboga por una salida dialogada al conflicto que tiene en vilo a una parte del país desde hace casi 20 días.
De cumplirse el objetivo de Evo Morales, sería el primer procesado por el delito de estupro en negociar su caso con la mediación de instancias internacionales. Por increíble que parezca, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos aboga por una salida dialogada al conflicto que tiene en vilo a una parte del país desde hace casi 20 días.
Hasta hace poco todavía se podía especular con criterio electoral: “Después del MAS, el MAS”. Desgarrado y pringado, perdiendo inclusive su sigla tradicional, podía imponerse en una segunda vuelta, inclusive si en la primera resultaba derrotado ampliamente, supongamos, por una inverosímil coalición de sus principales adversarios. Su base social era capaz de rescatarlo. El bloqueo obstruye esa variante.
Hasta hace poco todavía se podía especular con criterio electoral: “Después del MAS, el MAS”. Desgarrado y pringado, perdiendo inclusive su sigla tradicional, podía imponerse en una segunda vuelta, inclusive si en la primera resultaba derrotado ampliamente, supongamos, por una inverosímil coalición de sus principales adversarios. Su base social era capaz de rescatarlo. El bloqueo obstruye esa variante.