A lo largo de su vida, el valenciano Alfonso Pedrajas Moreno (Pica) usó su poder como director de... (un colegio de Cochabamba) para cometer al menos 85 abusos sexuales contra menores de edad becados en dicho establecimiento educativo de la Compañía de Jesús en Bolivia.
En su diario personal, entregado el año pasado al diario El País de Madrid por su sobrino, Fernando Pedrajas, se consignan los nombres de las autoridades de la Iglesia o los sacerdotes como él que conocieron de los vejámenes a los estudiantes. Ninguno de ellos abrió la boca para denunciar. Se escudaron en el secreto de confesión. Optaron por el verdugo, no por las víctimas. Pedrajas actuó como depredador entre 1972 y 1989. En 1983 fue retirado de la dirección del colegio para hacer una estancia en las minas de Oruro. Luego volvió a dirigir el Juan XXIII hasta 1989. A inicios de este siglo no le faltaron homenajes recordando su obra.
En pasadas horas, la Compañía de Jesús en Bolivia ha suspendido a ocho exprovinciales, cinco de los cuales tuvieron a su cargo al supervisión de Pedrajas, fallecido en 2009. Los exalumnos han dicho que la suspensión no basta. Exigen sanciones reales.
Los sacerdotes o teólogos que supieron lo que Pedrajas hacía fueron los fallecidos José Arroyo, Óscar Uzin y Angel Tomás García y los aún vivos Osvaldo Chirveches, Marcos Recolons y Ramón Alaix. Los nombres están en el diario de Pedrajas.
La denuncia sobre los 85 abusos fue conocida oficialmente por la Compañía de Jesús en Bolivia el 14 de agosto de 2022.
Medio año después, la Iglesia no ha movido un dedo para investigar los hechos.
El caso ha tenido que convertirse, el reciente 30 de abril, en un reportaje internacional (El País de Madrid) para que se asuman las primeras medidas. La negligencia resulta alarmante.