El exministro de la presidencia y otrora “hombre fuerte” del régimen de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, dijo que “no será un blanco fácil” y que no se pondrá frente a ninguna “mira telescópica”, en alusión a sus conflictos con la facción gobernante del MAS y a las indagaciones de las que es objeto por la organización del reciente ciclo de bloqueos, donde se detectó armamento y lo que se podría calificar como una incipiente estructura preguerrillera.
Quintana, que a lo largo de su trayectoria se caracterizó por sus expresiones violentas y antidemocráticas, como cuando profetizó que al prefecto pandino Leopoldo Fernández lo llevarían “a convivir con los gusanos”, representa el ala más radical del evismo, ya en la clandestinidad.
No debe sorprender la intensidad del conflicto intramasista, que desborda ampliamente los supuestos de teatralidad. Para comprender mejor, veamos hacia afuera, con lo que está sucediendo en Venezuela al interior de la nomenklatura chavista, donde el madurismo está arrasando con los círculos cercanos al exvicepresidente Tareck El Aissami. O recordemos, mucho más atrás, las persecuciones entre bolcheviques, que acabaron con León Trotsky con un piolet clavado en la cabeza, en su exilio entre los muralistas mexicanos.
Sucede que estamos ante sistemas donde la purga cíclica es un recurso esencial, con el agravante de que, en la actual cepa del socialismo del siglo XXI, la narcopolítica también pone lo suyo para estas internas, que suelen arrastrar en sus efectos destructivos a toda la sociedad.
Esto tiene su origen en una concepción y una mecánica de apropiación de la riqueza, que no está relacionada con la innovación, el emprendimiento y la creatividad, sino con la pura y simple depredación de lo producido por otros, una torta que tiende a decrecer con los años y que ya no abastece a demasiados comensales.
Otro tanto sucede con la apropiación del capital político, que tiempo después del momentum (ímpetu) revolucionario ya no se genera a partir de alguna ilusión de legitimidad, sino sólo desde el “poder duro” de la represión.
La lógica de la purga también está relacionada con la atribución de culpas, con la creación de chivos expiatorios que desvíen y concentren las “cóleras errantes de la época”, para usar la expresión de Antonin Artaud.
A veces, la purga se hará con la “mira telescópica” de la violencia, desembozada y propia, o camuflada y atribuible en la ficción al enemigo imperial.
En otros casos, se usará el microscopio que devela los minuciosos laberintos de la corrupción. Ambas modalidades tendrá que temer, suponemos, el profeta de los gusanos.
IGNACIO VERA DE RADA
Bolivia recordará —y digo intencionalmente recordará en vez de celebrará— doscientos años como Estado independiente del yugo español en 2025, y lo más probable es que el bicentenario la encuentre en un ambiente electoral de rivalidades y enconos, si no de protestas, enfrentamientos y marchas callejeras.
Bolivia recordará —y digo intencionalmente recordará en vez de celebrará— doscientos años como Estado independiente del yugo español en 2025, y lo más probable es que el bicentenario la encuentre en un ambiente electoral de rivalidades y enconos, si no de protestas, enfrentamientos y marchas callejeras.
El bloqueo es una táctica de desgaste tan antigua como la humanidad. Hay vestigios de bloqueos marítimos y de carreteras desde la época de los griegos, en el occidente, y de los primeros imperios chinos, en el oriente. La idea es simple: cerrar el paso de suministros, tropas (o personas) y comunicación y erosionar las fuerzas del enemigo en un determinado tiempo.
El bloqueo es una táctica de desgaste tan antigua como la humanidad. Hay vestigios de bloqueos marítimos y de carreteras desde la época de los griegos, en el occidente, y de los primeros imperios chinos, en el oriente. La idea es simple: cerrar el paso de suministros, tropas (o personas) y comunicación y erosionar las fuerzas del enemigo en un determinado tiempo.
JAVIER VISCARRA VALDIVIA
Mientras nuestros vecinos enfrentan con pragmatismo los desafíos de la crisis global, Bolivia está sumida en una vorágine de luchas intestinas.
Argentina, aunque tambaleante, emerge del pantano populista de los Kirchner; Chile avanza con disciplina; Paraguay sorprende por su energía; Brasil sueña con sentarse entre las potencias, y Perú está a días de inaugurar Chancay, el puerto más grande de Sudamérica, que promete rediseñar el comercio en la región.
Mientras nuestros vecinos enfrentan con pragmatismo los desafíos de la crisis global, Bolivia está sumida en una vorágine de luchas intestinas.
Argentina, aunque tambaleante, emerge del pantano populista de los Kirchner; Chile avanza con disciplina; Paraguay sorprende por su energía; Brasil sueña con sentarse entre las potencias, y Perú está a días de inaugurar Chancay, el puerto más grande de Sudamérica, que promete rediseñar el comercio en la región.
Donald Trump ganó en toda la línea. Presidencia y Congreso.
Donald Trump ganó en toda la línea. Presidencia y Congreso.
MARCELO GONZALES YAKSIC
La reciente participación de funcionarios del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba en los bloqueos de caminos ha generado una oleada de críticas y cuestionamientos. El solo hecho de ver a empleados públicos, cuya misión es promover el desarrollo y bienestar del departamento, involucrados en actos que paralizan la economía no solo es un acto de hipocresía y deslealtad, sino una acción que va en contra de sus propios intereses y del compromiso que tienen con el “Vivir bien”.
La reciente participación de funcionarios del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba en los bloqueos de caminos ha generado una oleada de críticas y cuestionamientos. El solo hecho de ver a empleados públicos, cuya misión es promover el desarrollo y bienestar del departamento, involucrados en actos que paralizan la economía no solo es un acto de hipocresía y deslealtad, sino una acción que va en contra de sus propios intereses y del compromiso que tienen con el “Vivir bien”.
Dada la guerra interna y la fractura del Movimiento al Socialismo (MAS), no cabe duda de que las circunstancias son considerablemente inmejorables para que por fin la oposición, después de casi 20 años de hegemonía del partido de gobierno, pueda desplazarlo del poder.
Dada la guerra interna y la fractura del Movimiento al Socialismo (MAS), no cabe duda de que las circunstancias son considerablemente inmejorables para que por fin la oposición, después de casi 20 años de hegemonía del partido de gobierno, pueda desplazarlo del poder.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Silvio Berlusconi dijo alguna vez que lo único que le gustaba de Donald Trump era su mujer, una rusa muy bella de nombre Melania.
El millonario, ahora presidente de EEUU por segunda vez, querría tener otros méritos para ser admirado, además de su bella esposa, y está en ese afán.
Algo que muy pocos mencionan de él es que jamás tomó alcohol debido a que un hermano suyo murió intoxicado.
Silvio Berlusconi dijo alguna vez que lo único que le gustaba de Donald Trump era su mujer, una rusa muy bella de nombre Melania.
El millonario, ahora presidente de EEUU por segunda vez, querría tener otros méritos para ser admirado, además de su bella esposa, y está en ese afán.
Algo que muy pocos mencionan de él es que jamás tomó alcohol debido a que un hermano suyo murió intoxicado.
Al indignado “Bolivia dijo no” erupcionando desde los corazones para hacerse grito estentóreo exiliando de las calles al tirano que había pisoteado la voz del pueblo sentenciando el 21f, le siguió la certeza de que se le derrotaría en las urnas. Cuando el fraude se hizo evidente abrió paso al clamor de la protesta reclamando “mi voto se respeta, carajo”, combinado con la saya de la resistencia: “¿Quién se rinde? ¡nadie se rinde! ¿quién se cansa? ¡nadie se cansa! ¿Evo de nuevo? ¡huevo, carajo!”
Al indignado “Bolivia dijo no” erupcionando desde los corazones para hacerse grito estentóreo exiliando de las calles al tirano que había pisoteado la voz del pueblo sentenciando el 21f, le siguió la certeza de que se le derrotaría en las urnas. Cuando el fraude se hizo evidente abrió paso al clamor de la protesta reclamando “mi voto se respeta, carajo”, combinado con la saya de la resistencia: “¿Quién se rinde? ¡nadie se rinde! ¿quién se cansa? ¡nadie se cansa! ¿Evo de nuevo? ¡huevo, carajo!”
Babilonia, año 522 aC: el rey persa Darío enfrenta una sublevación liderada por un presunto heredero de Nabónido, el último monarca de Babilonia. No se sabe si hubo bloqueos, autoatentados o huelgas de hambre “hasta las últimas consecuencias”, pero sí hubo una batalla en que el poderoso ejército persa venció a los rebeldes y capturó a su jefe, a quien le esperaba un castigo digno de un dignatario.
Babilonia, año 522 aC: el rey persa Darío enfrenta una sublevación liderada por un presunto heredero de Nabónido, el último monarca de Babilonia. No se sabe si hubo bloqueos, autoatentados o huelgas de hambre “hasta las últimas consecuencias”, pero sí hubo una batalla en que el poderoso ejército persa venció a los rebeldes y capturó a su jefe, a quien le esperaba un castigo digno de un dignatario.
GABRIELA KESEBERG DÁVALOS
La libertad de prensa, pilar fundamental de cualquier democracia, en Bolivia está desangrándose en la sala de emergencia. Los constantes ataques, restricciones y amenazas a los periodistas y medios de comunicación independientes se han vuelto tan “normales” que ya a nadie parece importarle. Y es por eso mismo que hay que insistir en el tema. Sólo durante estos días de bloqueo han sido 25 agresiones, incluyendo intentos de asesinato.
La libertad de prensa, pilar fundamental de cualquier democracia, en Bolivia está desangrándose en la sala de emergencia. Los constantes ataques, restricciones y amenazas a los periodistas y medios de comunicación independientes se han vuelto tan “normales” que ya a nadie parece importarle. Y es por eso mismo que hay que insistir en el tema. Sólo durante estos días de bloqueo han sido 25 agresiones, incluyendo intentos de asesinato.