En el año 2024, la incertidumbre destacó por la situación internacional y la inestabilidad se intensificó en la economía mundial. Frente a un ambiente externo complejo y severo, en el segundo semestre el Gobierno de China lanza un paquete de políticas incrementales reforzando enormemente la confianza del mercado y estimulando su vitalidad. En los últimos días, China celebró la Conferencia Central de Trabajo Económico que señala la estabilidad general del funcionamiento económico de China, la cual cuenta con un progreso sólido en el desarrollo de alta calidad y un fluido cumplimiento de las principales metas en el desarrollo económico-social del año.

En los primeros tres trimestres de este año, el PIB de China ha crecido 4,8% en comparación con el mismo periodo del año pasado, sentando una base sólida para alcanzar la meta de crecer aproximadamente 5% en todo el año. De enero a noviembre, el valor del comercio de bienes de China ha sido de alrededor de 5,5 billones de dólares, creciendo 4,9% en comparación con el mismo periodo del año pasado.

De enero a octubre la inversión directa de China en el exterior ha sido de unos 135.870 millones de dólares, creciendo 10,9% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Estos datos ocupan puestos delanteros entre los de las principales economías del mundo. La economía china sirve de un motor principal que impulsa el crecimiento económico del mundo.

La Conferencia Central de Trabajo Económico (arriba mencionada), subraya que en el año próximo China acelerará la construcción del nuevo paradigma de desarrollo, impulsará firmemente el desarrollo de alta calidad, profundizará aún más la reforma integral, ampliando la apertura al exterior de alto nivel, aplicando macropolíticas más activas y efectivas, agrandando la demanda interna y fomentando un desarrollo integrado por la innovación científica-tecnológica y la industrial, con la finalidad de estabilizar la expectativa, estimular el vigor y orientar la economía para que tenga un crecimiento sostenible. Estamos convencidos de que, a través de promover continuamente la reforma, la apertura y cooperaciones internacionales China va a seguir desempañando el papel de estabilizador y motor para el desarrollo mundial.

China y Bolivia son buenos amigos y hermanos con respeto y beneficio mutuos. Las economías de los dos países cuentan con una alta complementariedad y una amplia prospectiva de cooperación. Conforme con las estadísticas de la Administración General de Aduanas de China, de enero a octubre del año presente, el valor del comercio bilateral ha alcanzado 2.238 millones de dólares, con un incremento del 4% en comparación con el mismo periodo del año pasado.

La exportación de semillas de chía boliviana a China y la cooperación en la explotación de litio, entre otros sectores importantes de la cooperación práctica bilateral, han logrado avances palpables. Para el año próximo que será tanto el 40 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Bolivia, como el Bicentenario de la independencia de Bolivia, tenemos la confianza de que, bajo la dirección estratégica de los dos Jefes de Estado, podremos aunar ampliamente las fuerzas amistosas de ambas partes para impulsar la construcción conjunta de la Franja y la Ruta de alta calidad, reforzar la asociación estratégica sino-boliviana para lograr nuevos frutos sin cesar, a fin de beneficiar aún más a nuestros pueblos.