Recientemente el gobierno argentino de Javier Milei ha decidido cesar el refugio en favor de Evo Morales. Todos recuerdan que el líder cocalero recibió refugio en Argentina bajo el gobierno de Alberto Fernández, poco después de huir de Bolivia, vía México, por denuncias de fraude electoral en las elecciones de 2019. Desde el principio, su presencia en Argentina generó divisiones, no sólo por su papel en la política regional y el narcotráfico, sino por el modo en que fue recibido. El trato que recibió Morales en Argentina fue cuestionado, siendo considerado un privilegio excesivo, especialmente por sectores que vieron en este refugio una herramienta política de los K (kirchneristas), más que una acción basada en principios humanitarios.
A lo largo de su refugio en la Argentina, Morales utilizó ese país como base para mantener su influencia sobre el partido Movimiento al Socialismo (MAS). Fue en Buenos Aires que Luis Arce fue designado y ungido como candidato oficial del MAS por el mismísimo cocalero y que terminó siendo elegido presidente de Bolivia en otro proceso electoral fraudulento. Su refugio también le sirvió para reiterar el delito de pederastia el año 2020 en Ushuaia, muy bien alojado en un hotel lujoso con la adolescente que le acompañaba. Esto ha llevado a la crítica de que el refugio no cumplía con su propósito humanitario, y por el contrario ha servido para reincidir en la conducta criminal del estupro.
Desde el punto de vista legal, la cesación del refugio es completamente justificada. Según la normativa argentina e internacional sobre asilo, un refugiado debe enfrentar amenazas reales que justifiquen la necesidad de protección humanitaria. En el caso de Morales, quien había regresado a Bolivia en varias ocasiones y continúa ejerciendo influencia política, no existían esos peligros inminentes. Además, queda demostrado que las condiciones que inicialmente podrían haber justificado su refugio han desaparecido sustancialmente.
El hecho de que el gobierno argentino haya tardado tantos meses en tomar esta decisión ha suscitado críticas. Para muchos, esto refleja una falta de voluntad política en el manejo del caso, ya que el refugio se utilizó inicialmente como una forma de apoyar a un aliado ideológico de los K. La demora en cesar el refugio parece más vinculada a la conveniencia política de Milei que a una evaluación rápida de los hechos y las leyes.
La medida del Gobierno de Milei ha sido interpretada por los izquierdistas, especialmente por los seguidores del MAS y el propio Morales, como una agresión externa. Se ha llegado a señalar que esta decisión es parte de un ataque “imperialista” y que representa una amenaza contra los movimientos progresistas en la región. Sin embargo, estos berrinches carecen de base real. La cesación del refugio de Morales no tiene relación con el “imperio”, sino que responde a una revisión del uso inapropiado del refugio, que en este caso se extendió más allá de los principios humanitarios.
Los masistas ven a Milei como un enemigo de la integración latinoamericana y de los pueblos, en una visión polarizada y errónea de la situación. En realidad, el refugio es una figura legal destinada para proteger a individuos vulnerables, no para servir como herramienta de estrategia política a los políticos estupradores, como Evo Morales.
Ante la cesación del refugio en Argentina, con la misma carga irónica de todos los domingos, propongo una sugerencia atrevida para que Evo Morales busque asilo en el territorio de alguno de sus aliados dictatoriales. Países como Irán, Cuba, Siria, Corea del Norte, Venezuela o Nicaragua, que mantienen relaciones estrechas con el MAS, podrían ofrecerle el tipo de apoyo que ya no le brindará Argentina. Incluso podría encontrar refugio cerca de bases militares iraníes para asegurar su seguridad. Esta posibilidad venenosa, refleja el deterioro de las relaciones de Morales con otros países de la región, como en el Perú, que ya lo ven como un cacique desestabilizador.
El mensaje fue claro en sentido de que Argentina no será un refugio para aquellos que atentan contra la democracia o utilizan la protección humanitaria con fines políticos. Evo Morales ya no tiene lugar en el sistema argentino que protege a los vulnerables; por el contrario, ese mismo sistema tiene la facultad pública de impulsar una investigación sobre los abusos sexuales del cocalero contra una adolescente vulnerable, con la protección estatal de los K.