Con el 92 por ciento de avance en el dragado de la laguna Alalay, la Alcaldía de Cochabamba informó ayer que comenzó a ingresar agua de las primeras lluvias de enero y confirmó el retorno de 20 especies de aves. Pero aún queda pendiente un proceso administrativo de la Gobernación por las medidas de mitigación que no se habrían implementado.
El alcalde Manfred Reyes Villa anunció que el dragado concluirá este mes y reiteró que se cuenta con propuestas para llenarla con agua de diversas fuentes, incluyendo la de Misicuni y vertientes locales. “Esas aguas van a ingresar y salir para que tenga que haber una oxigenación permanente e ir regando toda la zona sur”, sostuvo.
El director de Medio Ambiente, Elvis Gutiérrez, indicó que, con las lluvias de las últimas semanas, comenzó a ingresar agua a la laguna a través del canal 1 que viene de la serranía de San Pedro. “Son aguas de muy buena calidad, aguas de subsuelo”, dijo.
Asimismo, recordó que la protección de las áreas de anidación, desde el inicio de los trabajos, fue una garantía para el retorno del ecosistema, tras el dragado.
Al respecto, el biólogo José Balderrama, supervisor del proyecto, explicó que la fauna local comenzó a responder y hay cerca de 20 especies acuáticas. “Se está regenerando la fauna y flora en la laguna y obviamente en condiciones mejores a las que había anteriormente”, dijo.
Situación de los lodos
En medio de observaciones de los expertos, Gutiérrez reiteró que los estudios que realizó la empresa (Edca) demostraron que la contaminación de los lodos removidos está “muy por debajo de los límites permisibles”, pero no dio cifras. El material que debía ser retirado será compactado para formar plataformas e iniciar con la forestación, indicó.
En la recta final de los trabajos, la Gobernación aún evalúa los descargos presentados sobre las medidas de mitigación asumidas por la empresa. En 10 días hábiles se brindará un informe al respecto, sostuvo el jefe de Fiscalización Ambiental, Juvenal Torrico.
Con el avance del proyecto, la laguna no sólo se prepara para un nuevo capítulo en su historia ecológica, sino que también se enfrenta a desafíos administrativos y legales que podrían determinar su futuro.