El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que el país se encuentra "en medio de una dura guerra contra el eje del mal de Irán", en un comunicado en el que presentó sus condolencias por la muerte de ocho soldados en el Líbano en la ofensiva terrestre que comenzó en la madrugada del martes.
"Dios salve su sangre. Que su memoria sea bendita", dijo el mandatario en un videocomunicado difundido por su oficina.
Netanyahu zanjó su comparecencia asegurando que devolverá a los evacuados del sur -que residían junto a la frontera con Gaza- y a los del norte -junto a la del Líbano-, y dijo que garantizarán "la eternidad de Israel".
En los casi dos días que han transcurrido desde que Israel anunció la entrada de sus tropas en territorio libanés, ocho soldados -todos en la veintena- perdieron la vida, siendo los primeros en caer en el país vecino desde la guerra de 2006.
Los fallecidos hasta el momento son los capitanes Harel Etinger e Itai Ariel Giat, ambos de 23 años; los sargentos de primera clase Noam Barzilay, de 22 años, y Or Mantzur y Nazar Itkin, de 21; los sargentos Ido Broyer y Almken Terefe, también de 21; y el comandante Eitan Itzhak Oster, de 22.
Según el diario The Times of Israel, Ettinger, Giat, Barzilai, Mantzur, Itkin y Oster murieron en combates de corta distancia contra los milicianos de Hizbulá en una localidad del sur del Líbano, mientras que otros cuatro soldados resultaron heridos.
El otro enfretamiento, sobre el que las fuerzas armadas no dieron más detalles, acabó con la vida de Terefe y Broyer e hirió a un soldado de la brigada Golani, de élite de infantería, de la cual otro uniformado resultó herido en un cuarto incidente.
El diario israelí Haaretz señaló que cinco de los soldados heridos se encuentran recibiendo tratamiento en el hospital Beilinson del centro del país, según fuentes hospitalarias.
Israel moviliza cada vez más soldados junto a la divisoria con el Líbano, donde este martes creó una nueva "zona militar cerrada" en tres localidades a apenas un kilómetro de la frontera, como la que ya creó en la noche del lunes, poco antes de lanzar su operación terrestre.
Esta tarde, las fuerzas armadas anunciaron en este sentido la entrada de la división 36, que incluye brigadas acorazadas y de infantería en el Líbano para unirse a la ofensiva hebrea contra Hizbulá, que deja en la últimas dos semanas cerca de 2.000 muertos.