La alcaldesa de la ciudad de El Alto, Eva Copa, indicó que la Asamblea de la Alteñidad determinó rechazar los resultados del Censo de Población y Vivienda 2024. Asimismo, envió un cuestionario de 11 preguntas al Instituto Nacional de Estadística (INE) y dio un plazo de 48 horas para que sea resuelto.
En tanto, el director ejecutivo del INE, Humberto Arandia, recordó que, desde el jueves 29 de agosto hasta el viernes 13 de septiembre, el INE visitará todos los departamentos para exponer los resultados preliminares del conteo poblacional ante diferentes autoridades, sectores académicos y representantes de organizaciones sociales. El objetivo es que cada región absuelva sus dudas con relación a las cifras de población que les corresponde.
El martes, los municipios de La Paz y de Santa Cruz también rechazaron las cifras del Censo luego de realizar sus respectivas asambleas. Los cruceños incluso decidieron realizar un paro cívico de 24 horas mañana.
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, señaló que convocará al INE para contrastar datos con relación al número de habitantes de Cercado.
“Vamos a convocar al presidente del INE para hacerle una demostración técnica de los datos y él seguramente contrastará con los datos técnicos que ellos han realizado”, dijo Reyes.
La alcaldesa Copa informó ayer que propondrá al INE la entrega de las ánforas de los 14 distritos de esa ciudad para realizar un control con sus datos registrados y si encuentran irregularidades pedirán la anulación del Censo 2024.
“Al azar sacaremos un distrito para revisar técnicamente boleta por boleta, para saber si coincide o no los datos y, en caso de encontrar anomalías dentro de este proceso, vamos a pedir la anulación”, explicó Copa.
Invitó al INE a visitar la ciudad de El Alto después del 14 de septiembre, a socializar con los alteños y responder porque esa ciudad creció poco.
Mientras los titulares e imágenes de los incendios forestales que devastan grandes extensiones del país ocupan nuestra atención, una crisis igualmente apremiante avanza en silencio en el valle alto de Cochabamba: la sequía. A pesar de su menor visibilidad mediática, la falta de agua está provocando estragos en las comunidades rurales y urbanas de la región, y sus efectos a largo plazo pueden ser tan devastadores como los incendios.
En los últimos días, Bolivia ha enfrentado una creciente desconfianza hacia el Censo de Población 2024, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La diferencia entre los 11.3 millones de habitantes reportados y los 12.3 millones proyectados ha generado escepticismo entre autoridades locales, líderes cívicos y ciudadanos. El Gobierno ha defendido el censo como el “mejor de la historia,” lo cual ha contribuido a politizar el debate.
En los últimos días, Bolivia ha enfrentado una creciente desconfianza hacia el Censo de Población 2024, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La diferencia entre los 11.3 millones de habitantes reportados y los 12.3 millones proyectados ha generado escepticismo entre autoridades locales, líderes cívicos y ciudadanos. El Gobierno ha defendido el censo como el “mejor de la historia,” lo cual ha contribuido a politizar el debate.
El efectuar críticas casi cotidianas sobre el actuar patológico de la jurisdicción constitucional del país no conduce a nada.
El efectuar críticas casi cotidianas sobre el actuar patológico de la jurisdicción constitucional del país no conduce a nada.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.