La obra de teatro Prohibido suicidarse en primavera, dirigida y adaptada por Claudia Siles, será presentada en el teatro Adela Zamudio este miércoles y jueves. Esta famosa obra, escrita por Alejandro Casona, plantea temas como la vida, la muerte y la esperanza, a través de personajes que buscan una razón para continuar viviendo en el Hogar del Suicida.
El desafío más importante —según Siles— fue decidir si adaptar la obra al contexto boliviano o conservar su estructura original. Finalmente, se optó por un enfoque híbrido: algunos personajes mantienen características clásicas, mientras que otros han sido actualizados.
Prohibido suicidarse en primavera explora temas universales como el dolor, la soledad y la búsqueda de sentido, y, a pesar de haber sido escrita en la década de 1930, su mensaje sigue resonando hoy en día. “Es increíble cómo la humanidad en esencia se mantiene, nos movilizan los mismos sentimientos de hace décadas atrás. Por eso digo que la majestuosidad de Alejandro Casona rompe las barreras del tiempo”, comentó la directora.
La Compañía Actoral Siles Cerón cuenta con un elenco diverso, que incluye tanto a actores con experiencia como a noveles, lo que —según Siles— enriquece la representación.
“Comenzó como un proyecto de exalumnos del centro cultural de la Casa del Ekeko. Empezaron a llegar de otros lados siguiendo el llamado del teatro. Al final, terminamos con más actores que personajes. Por ello se desdoblan algunos en escena. Y son personas que además tienen otro talento a parte de la actuación”.
Además, en la función de hoy, el Grupo de Artes Escénicas Deja Vu participará como invitado especial, sumando un componente adicional de creatividad a la puesta en escena.
El trabajo de escenografía y vestuario es otro de los puntos destacados de la obra. Kevin Durán, encargado del vestuario, y Wilson Flores, responsable de la escenografía, han trabajado en colaboración con el equipo para recrear el espacio del Centro de Acogida al Suicida, un lugar que debe transmitir tanto la desesperanza como la posibilidad de un nuevo comienzo. Además, la música en vivo, a cargo de Hugo Muñoz y Daniela Cabrera, añade una capa emocional que complementa el desarrollo de las escenas. “La música es la cereza sobre el pastel”, dijo Siles.
Otro desafío fue el tamaño del escenario del teatro Adela Zamudio, ya que el espacio del Centro de Atención al Suicida es enorme y tiene muchos elementos de escenografía.
“La obra está escrita en tres actos, pero como dura más de dos horas, decidimos hacerla en un solo acto y el teatro Adela Zamudio es bellísimo, pero quedó un poco pequeño” explicó la directora.
El evento no sólo tiene un enfoque artístico, sino también una noble razón social. La función del 26 de septiembre tendrá un fin benéfico, ya que todas las ganancias se destinarán al programa de cirugías cardíacas pediátricas de la Fundación Puente de Solidaridad.
Las entradas para tienen un costo de 30 bolivianos. La obra será presentada hoy a las 19:00 y mañana a las 16:00.