El Consejo Universitario de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) resolvió conferir la máxima distinción académica de doctor honoris causa al escritor, gastrósofo, abogado y periodista boliviano Sixto Ramón Rocha Monroy.
La casa de estudios superiores emitirá en los siguientes días la resolución que certifica el galardón que recibirá el eximio personaje cochabambino, en fecha por confirmarse.
Rocha Monroy nació en Cochabamba el 20 de febrero de 1950 y es Premio Nacional de Novela 2002.
Su obra “El run run de la calavera” figura entre las 15 novelas fundamentales de Bolivia, colección editada por el Ministerio de Culturas y seleccionada por más de 50 críticos y profesores de literatura del país. Asimismo, integra la Biblioteca Boliviana del Bicentenario (BBB) y sus crónicas figuran en la Antología de la crónica gastronómica.
Rocha Monroy estudió derecho en la Universidad Mayor de San Simón, donde se tituló de abogado. Mientras estaba en el exilio, hizo una Maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Como periodista, es conocido por sus crónicas de Cochabamba, su ciudad natal. Columnista del diario Los Tiempos y fue consejero de prensa de la embajada boliviana en México (1990-1992).
Como escritor recibió su primer premio, Franz Tamayo, con el ensayo titulado “Pedagogía de la liberación”, durante las celebraciones del sesquicentenario de Bolivia, en 1975.
En 1984, obtuvo el premio Erich Guttentag , con su obra “El run run de la calavera” .
Una década después, se adjudicó de nuevo el galardón Erich Guttentag con “Ando volando bajo”
Posteriormente, conquistó el Premio Nacional de Novela Alfaguara con su obra “Potosí 1600”.
En 2011, ganó el título honorífico de “Cronista de la Ciudad”, otorgado por el Concejo Municipal de Cochabamba.
Aunque los bolivianos vivimos la evolución de una crisis política que agrava la situación económica y no parece tener perspectivas de un desenlace rápido, el mundo está pendiente de la jornada final de las elecciones en EEUU, cuyo resultado es tan incierto como trascendental.
Así lo muestra la prensa internacional, reflejando el final de varios meses de una campaña electoral atípica, marcada por la desinformación, la agresividad del expresidente candidato y la división del electorado.
GARY A. RODRÍGUEZ
¿Está usted de acuerdo que en una familia los hermanos hablen de sus aspiraciones y discutan sus diferencias, pero que no se agredan para solucionar un conflicto o imponer una pretensión, pues ello consagraría la “ley del más fuerte”? ¿Quiénes deben evitar que se produzca tal exceso? Naturalmente, los padres, en especial, el padre de familia, cumpliendo y haciendo cumplir ciertas normas de conducta a fin de vivir en paz. Exactamente igual debe ser a nivel de un país.
¿Está usted de acuerdo que en una familia los hermanos hablen de sus aspiraciones y discutan sus diferencias, pero que no se agredan para solucionar un conflicto o imponer una pretensión, pues ello consagraría la “ley del más fuerte”? ¿Quiénes deben evitar que se produzca tal exceso? Naturalmente, los padres, en especial, el padre de familia, cumpliendo y haciendo cumplir ciertas normas de conducta a fin de vivir en paz. Exactamente igual debe ser a nivel de un país.
El Gobierno no necesitó contratar peritos para demostrar que el video de la balacera a los autos prestados a Evo Morales es un montaje. Y no hicieron falta porque el montaje se nota a simple vista. No pasó ni una hora de su difusión y centenares de internautas estaban señalando sus incoherencias. Lo que hizo la prensa, entonces, es señalar lo evidente, pero el expresidente volvió a vomitar su odio.
El Gobierno no necesitó contratar peritos para demostrar que el video de la balacera a los autos prestados a Evo Morales es un montaje. Y no hicieron falta porque el montaje se nota a simple vista. No pasó ni una hora de su difusión y centenares de internautas estaban señalando sus incoherencias. Lo que hizo la prensa, entonces, es señalar lo evidente, pero el expresidente volvió a vomitar su odio.
Cuando visité hace poco el Museo Nacional de Antropología de México, entendí la fuerza primigenia que sostiene este gran país. Que más allá de los héroes de la revolución mexicana, Don Francisco Madero, el legendario Pancho Villa o el mítico Zapata, está la fuerza y empuje del ciudadano de a pie.
Cuando visité hace poco el Museo Nacional de Antropología de México, entendí la fuerza primigenia que sostiene este gran país. Que más allá de los héroes de la revolución mexicana, Don Francisco Madero, el legendario Pancho Villa o el mítico Zapata, está la fuerza y empuje del ciudadano de a pie.
“En verdad, no había ni una sola organización o institución pública en Alemania, por lo menos durante los años de la guerra, que no colaborase en actos y negociaciones de índole criminal.”
Hannah Arendt - Filósofa e historiadora alemana
“En verdad, no había ni una sola organización o institución pública en Alemania, por lo menos durante los años de la guerra, que no colaborase en actos y negociaciones de índole criminal.”
Hannah Arendt - Filósofa e historiadora alemana