Los incendios forestales que azotan el departamento de Santa Cruz avanzan de manera descontrolada hacia los valles, generando momentos críticos en la comunidad de Mendiola, donde ayer el fuego acorraló a las brigadas que luchaban por detener su avance. La situación se agrava con la falta de recursos aéreos para contener las llamas.
En un intento desesperado, pobladores y bomberos utilizaron machetes y ramas para combatir el incendio que arrasaba los matorrales secos de la serranía. Sin embargo, la intensidad del fuego obligó a los voluntarios a retirarse para resguardar sus vidas. “El fuego nos está ganando y avanza desde varios frentes. Necesitamos que venga el avión con agua para ayudarnos a apagar las llamas. Corremos el riesgo de quedar atrapados”, explicó a El Deber un poblador, reflejando la urgencia de intervención aérea.
Bomberos forestales se han sumado a los esfuerzos, pero insisten en la necesidad de apoyo aéreo inmediato, ya que el fuego amenaza con rodear completamente la comunidad. La magnitud de las llamas y la dificultad de acceso complican las labores en tierra, elevando el riesgo para los habitantes de la zona.
En contraste, en el municipio de Postrervalle, ubicado en la provincia Vallegrande, bomberos lograron controlar el incendio que había afectado la región tras intensas jornadas de trabajo. “Finalmente, lograron apagar el fuego en los cerros”, relató un comunario a medios locales.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) reportó que los focos de calor continúan siendo una preocupación en todo el país, con Santa Cruz siendo el departamento más afectado. De los 5.663 focos de calor registrados hasta ayer en la mañana, 4.075 (72%) están concentrados en este departamento, principalmente en la Chiquitanía y los valles.