El 4 de junio de 2012, Zarlet Rowina Clavijo Martínez, de 17 años, salió de su trabajo ubicado en el edificio San Pablo, en la avenida 16 de julio de La Paz, para encontrarse con su madre, Marcela Martínez, en la zona de Obrajes. Nunca llegó.
Desde entonces, Marcela la busca incansablemente y su caso se ha convertido en emblemático de la trata de personas en Bolivia. Este es un delito que consiste en la privación de libertad de una persona “por cualquier medio de engaño, coacción, amenaza, uso de la fuerza y/o de una situación de vulnerabilidad, aunque medie el consentimiento de la víctima”.
Cuando la desaparición de Zarlet fue denunciada, ya estaba en vigencia la Ley 3325 que incluye en el CódigoPenal la “trata y tráfico de personas y otros delitos relacionados” y apenas un mes y medio después se promulgó la 263 como una ley integral en contra de ese delito
Aun así, la Policía no prestó mayor atención al caso, porque al tratarse de la desaparición de adolescentes, la primera posibilidad que contemplan los efectivos de esa institución es que la menor se haya fugado con el novio.
En el caso de Zarlet, el tiempo dio la razón a su madre, porque, de haber sido aquello, alguna noticia habría tenido 12 años después, pero, hasta ahora, no tiene ni indicios al respecto. Tampoco hubo reportes de hallazgo de cadáveres con características vinculadas a la desaparecida.
Debido a la movilización de su madre, que hasta creó una fundación dedicada a la asistencia de víctimas de trata de personas, este es el caso más conocido, pero no el único. La inacción de los organismos de seguridad del Estado en estos casos ha movido a pensar en la existencia de redes criminales con influencia en aquellos porque solo así se puede explicar tanto desinterés.
Los reportes de desaparición de personas son excesivamente frecuentes. En 2022, la Defensoría del Pueblo informó que el 63% de las víctimas identificadas eran mujeres y el 28% hombres. Los secuestros de estos se deben a que los tratantes no solo capturan a mujeres, a las que generalmente destinan al tráfico sexual, sino también a personas jóvenes, de otros sexos, con el fin de extraerles sus órganos y venderlos, ya que estos tienen un alto precio en el mercado negro.
La sospecha de que las mafias de tratantes han penetrado en la Policía y administración de justicia, y logrado impunidad mediante pagos, se mostró en la tercera temporada de la serie televisiva La reina del sur, que fue escenificada mayoritariamente en Bolivia. Al año de su estreno, el Ministerio Público reportó que hubo 1.105 casos en 2022 y 1.359 en 2023. La espeluznante frecuencia es de casi cuatro por día.
Publico estas cifras, que son oficiales, a propósito del secuestro de una melliza de dos meses en Potosí y la captura, casi inmediata, de su captora, gracias al trabajo desplegado por la familia de la víctima.
Los números demuestran que la trata y tráfico es un delito que sigue cometiéndose, en nuestras narices, y generalmente está conectado con otros, como el estupro, pero, en lugar de combatirlo, el “evismo” incrustado en la Asamblea Legislativa Plurinacional se ha estado moviendo para modificar su tipología. Y todos sabemos por qué.
¿Qué tienen en común Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España y Evo Morales Ayma, dirigente vitalicio de los cocaleros?
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La celebración de Halloween en Bolivia ha suscitado un debate impostergable sobre la influencia de las corrientes culturales extranjeras y la preservación de nuestras idiosincráticas tradiciones autóctonas. El antagonismo entre esa festividad y la de Todos los Santos, una celebración ancestral impregnada de una espiritualidad profunda, revela un dilema existencial sobre la identidad cultural boliviana.
La celebración de Halloween en Bolivia ha suscitado un debate impostergable sobre la influencia de las corrientes culturales extranjeras y la preservación de nuestras idiosincráticas tradiciones autóctonas. El antagonismo entre esa festividad y la de Todos los Santos, una celebración ancestral impregnada de una espiritualidad profunda, revela un dilema existencial sobre la identidad cultural boliviana.
CARLOS DERPIC SALAZAR
Hace ya varios años, se publicó el libro Evadas, cien frases de Evo Morales Aima para la historia, recopilación a cargo del periodista y poeta Alfredo Rodríguez, por entonces presidente de la Asociación Cruceña de Escritores. El autor aclaró que no incluyó análisis semiológicos ni lingüísticos, ni juicios de valor, sino frases “que no salen de la boca de cualquier ciudadano, sino de un líder que ha sido nombrado diez veces doctor honoris causa por universidades de todo el globo”.
Hace ya varios años, se publicó el libro Evadas, cien frases de Evo Morales Aima para la historia, recopilación a cargo del periodista y poeta Alfredo Rodríguez, por entonces presidente de la Asociación Cruceña de Escritores. El autor aclaró que no incluyó análisis semiológicos ni lingüísticos, ni juicios de valor, sino frases “que no salen de la boca de cualquier ciudadano, sino de un líder que ha sido nombrado diez veces doctor honoris causa por universidades de todo el globo”.
La tragedia se cuenta sola: en un país fisurado, con un incesante y doloroso torrente de abusos sexuales, un expresidente acumula múltiples denuncias por trata y estupro. No hay denuncia más grave para la sociedad.
La tragedia se cuenta sola: en un país fisurado, con un incesante y doloroso torrente de abusos sexuales, un expresidente acumula múltiples denuncias por trata y estupro. No hay denuncia más grave para la sociedad.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
Evo Morales viene perdiendo batalla tras batalla desde febrero de 2016, cuando amplios sectores del país, sobre todo jóvenes de clase media, se articularon de una manera flexible y descentralizada a través de las plataformas ciudadanas, haciendo sinergia en redes y calles para decir NO a la reelección indefinida. De allí vendría su segunda derrota, en 2019, con una repulsa colectiva al fraude electoral.
Evo Morales viene perdiendo batalla tras batalla desde febrero de 2016, cuando amplios sectores del país, sobre todo jóvenes de clase media, se articularon de una manera flexible y descentralizada a través de las plataformas ciudadanas, haciendo sinergia en redes y calles para decir NO a la reelección indefinida. De allí vendría su segunda derrota, en 2019, con una repulsa colectiva al fraude electoral.
El pasado viernes, en una acción planificada y advertida con anterioridad, grupos irregulares armados invadieron tres cuarteles de la Novena División de Ejército acantonada en el Chapare, reduciendo a los oficiales y a la tropa, tomando como rehenes a más de 200 efectivos y apoderándose de la totalidad de su armamento, municiones, vehículos y equipamiento.
El pasado viernes, en una acción planificada y advertida con anterioridad, grupos irregulares armados invadieron tres cuarteles de la Novena División de Ejército acantonada en el Chapare, reduciendo a los oficiales y a la tropa, tomando como rehenes a más de 200 efectivos y apoderándose de la totalidad de su armamento, municiones, vehículos y equipamiento.
Finalmente Evo Morales pidió que se levante el bloqueo, sin duda persuadido por el omnipresente sentimiento de rechazo que la medida generó en prácticamente todos los estratos de la sociedad boliviana, pero además, porque al observar quienes se enfrentaban (al menos discursivamente) quedó claro que la visión evista del poder ha quedado anclada solamente en los estratos del trópico de Cochabamba, los indígenas de profunda raigambre rural y los grupos prebendales que construyó a lo largo de los últimos 20
Finalmente Evo Morales pidió que se levante el bloqueo, sin duda persuadido por el omnipresente sentimiento de rechazo que la medida generó en prácticamente todos los estratos de la sociedad boliviana, pero además, porque al observar quienes se enfrentaban (al menos discursivamente) quedó claro que la visión evista del poder ha quedado anclada solamente en los estratos del trópico de Cochabamba, los indígenas de profunda raigambre rural y los grupos prebendales que construyó a lo largo de los últimos 20
AGUSTÍN ECHALAR ASCARRUNZ
Estas últimas semanas Evo Morales ha puesto al país de cabeza, su espacio de influencia y de fidelidad tiene una ubicación ideal, se bloquea el Chapare, y zonas aledañas y se bloquea la comunicación vial entre las tres más importantes ciudades de Bolivia. Esto causa enormes incomodidades y termina siendo muy oneroso para toda la ciudadanía.
Estas últimas semanas Evo Morales ha puesto al país de cabeza, su espacio de influencia y de fidelidad tiene una ubicación ideal, se bloquea el Chapare, y zonas aledañas y se bloquea la comunicación vial entre las tres más importantes ciudades de Bolivia. Esto causa enormes incomodidades y termina siendo muy oneroso para toda la ciudadanía.
¿Es la conducta moral de políticos, más aún de aquellos que llegan o aspiran llegar a la presidencia, pertinente al ejercicio de sus funciones y para el electorado? ¿Debería serlo? Lo que nos lleva a estas interrogantes es la conducta moral de Evo Morales y el impacto que ésta podría tener en el acontecer político.
¿Es la conducta moral de políticos, más aún de aquellos que llegan o aspiran llegar a la presidencia, pertinente al ejercicio de sus funciones y para el electorado? ¿Debería serlo? Lo que nos lleva a estas interrogantes es la conducta moral de Evo Morales y el impacto que ésta podría tener en el acontecer político.
De cumplirse el objetivo de Evo Morales, sería el primer procesado por el delito de estupro en negociar su caso con la mediación de instancias internacionales. Por increíble que parezca, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos aboga por una salida dialogada al conflicto que tiene en vilo a una parte del país desde hace casi 20 días.
De cumplirse el objetivo de Evo Morales, sería el primer procesado por el delito de estupro en negociar su caso con la mediación de instancias internacionales. Por increíble que parezca, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos aboga por una salida dialogada al conflicto que tiene en vilo a una parte del país desde hace casi 20 días.