Bolivia presentó materiales para la salvaguardia del Patrimonio cultural inmaterial y el Carnaval de Oruro, con miras a la celebración del Bicentenario, en el marco de las actividades de la 19ª sesión del Comité Intergubernamental de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco) que se desarrolla en Paraguay.
“Presentamos las herramientas de gestión en la protección, conservación y difusión del patrimonio. En ese marco, se realizó el lanzamiento internacional del Sistema Plurinacional de Registro del Patrimonio Cultural Boliviano, la plataforma oficial que identifica, documenta y protege los bienes y manifestaciones culturales de valor histórico y cultural en el país”, informó el Ministerio de Culturas, a través de sus redes sociales.
El lunes se inauguró la decimonovena sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que se desarrolla hasta este sábado en la ciudad paraguaya de Luque.
En el evento internacional participa el embajador de Bolivia en Paraguay, Rufino Pasquito, y el viceministro de Patrimonio, Juan Carlos Cordero.
Bolivia presentó también los Manuales de Elaboración del Plan Maestro de Áreas Patrimoniales; Elaboración del Plan de Manejo de Sitios Arqueológicos; Elaboración del Plan de Salvaguardia de Patrimonio Inmaterial, y de Conservación de Inmuebles Patrimoniales.
¿Usted sabía que el 40 por ciento de la superficie total de Bolivia, de una extensión de 1.089.581 km2, es montañosa y que más de la mitad de población vive en estos lugares? De ahí que esa sea una de las razones para conservar a estos gigantes de piedra.
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
En Bolivia, quizás por fuerza de las circunstancias, existen algunas palabras que son mágicas: basta decir Evo Morales o, incluso ,Luis Arce e inmediatamente se despierta el interés. Muchos vuelcan su atención sobre lo que hacen o no hacen los nombrados, actualizándolos consciente o inconscientemente en su imaginario. Hay otras formas de denunciar lo inaceptable.
En Bolivia, quizás por fuerza de las circunstancias, existen algunas palabras que son mágicas: basta decir Evo Morales o, incluso ,Luis Arce e inmediatamente se despierta el interés. Muchos vuelcan su atención sobre lo que hacen o no hacen los nombrados, actualizándolos consciente o inconscientemente en su imaginario. Hay otras formas de denunciar lo inaceptable.
GABRIELA KESEBERG DÁVALOS
Dentro de una semana toca cumplir con nuestro deber ciudadano en unas elecciones judiciales marcadas por la incertidumbre. Bajo el lema no oficial de “Si no puedes convencerlos, confúndelos”, este proceso electoral está diseñado para frustrar, más que para fortalecer, la democracia.
Dentro de una semana toca cumplir con nuestro deber ciudadano en unas elecciones judiciales marcadas por la incertidumbre. Bajo el lema no oficial de “Si no puedes convencerlos, confúndelos”, este proceso electoral está diseñado para frustrar, más que para fortalecer, la democracia.
En las casas de “educación superior”, denominación ya impropia de ellas. No hay “educación superior”. Es dudoso que haya siquiera “educación” viendo el resultado del bachillerato de Bolivia, abordado el año pasado en un artículo que publiqué bajo el título “El derecho a aprobar” haciendo un recuento de las dificultades de los jóvenes en general para su ingreso en las universidades.
En las casas de “educación superior”, denominación ya impropia de ellas. No hay “educación superior”. Es dudoso que haya siquiera “educación” viendo el resultado del bachillerato de Bolivia, abordado el año pasado en un artículo que publiqué bajo el título “El derecho a aprobar” haciendo un recuento de las dificultades de los jóvenes en general para su ingreso en las universidades.