Llega la época fría y con ella se debe prestar atención a un cuidado más juicioso de la piel debido a los factores ambientales que pueden generar resequedad y un envejecimiento precoz.
Ana María Gomes, especialista en medicina estética, ortomolecular y funcional, detalla que hay aspectos que provocan daños en la piel no sólo del rostro sino del cuerpo.
“Con la caída de las temperaturas, la piel puede llegar a estar más reseca, por eso es muy importante mantenerla hidratada, tanto con la ingesta de agua como con las cremas adecuadas para cada tipo de piel”, señala Gomes y recomienda el uso de protección UV.
Si bien, la piel del rostro es la que más atención recibe, se debe tener el mismo procedimiento para todo el cuerpo. La especialista señala que en esta época es común que las personas usen duchas calientes de manera más recurrente, lo que también genera resequedad.
“Las duchas calientes son más frecuentes en el invierno, así como el uso de calentadores o la chimenea, que puede llegar a secar aún más el ambiente. Por eso no sólo la piel del rostro es importante, sino también de todo el cuerpo”, añade.
Muchas veces se considera que al conducir el vehículo no se requiere protección, debido al uso de vidrios polarizados o un efecto indirecto del sol; sin embargo, “no es suficiente”.
Gomes explica que el vidrio no protege de la radiación solar. “Es muy importante utilizar fotoprotección, con el protector solar específico para cada tipo de piel. De manera general, las pieles grasosas requieren bloqueadores en gel, las pieles más secas pueden utilizar las presentaciones en crema”, sugiere.
La especialista afirma que un factor de protección de 50 o más es ideal.
¿Qué pasa si no se cuida la piel?
“La falta de cuidados se refleja claramente en la piel. Demasiada exposición solar, principalmente en personas que viven en lugares encima del nivel del mar, donde la exposición a la radiación solar es mucho más intensa, puede provocar envejecimiento precoz de la piel o incluso daño tisular que podría llegar a un cáncer de piel”, advierte Gomes.
A esto se suma la aparición de manchas y erupciones cutáneas, situación que luego requiere de tratamientos largos para poder revertirlos.
Una revisión adecuada con personal especialista en el área le permitirá a cada persona a adecuar una rutina de cuidado para su piel.
Gomes agrega que se debe cuidar la piel conforme a la estación del año y al lugar donde uno vive. Recomienda también que se debe evitar la exposición excesiva entre las 10:00 y las 16:00.
“(Se debe) tener una buena rutina de cuidados y mantenimiento, con la correcta higienización, hidratación y protección de la piel. Además de una rutina de alimentación saludable”, concluye.