En 1985, una devastadora crisis económica puso fin a la etapa de estatismo desarrollista inspirada en el Plan Bohan y la Cepal, e inició la etapa del libre mercado, un modelo que disminuyó el control del Estado sobre la economía e impuso una serie de reformas dirigidas a dinamizar la participación del sector privado, fortalecer la diversificación y, sobre todo, exportar. Para Bolivia, fue la época de mayor atracción de inversión extranjera directa, exploración hidrocarburífera, consolidación de mercados internacionales para el gas, desarrollo de la industria soyera y azucarera, modernización de la minería y una gestión seria y consistente para la exploración del litio.
Este proceso fue abruptamente interrumpido y reemplazado en 2006, por el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp), un proyecto basado en el estatismo radical, control total de la economía, rechazo al capital extranjero, concentración en la inversión pública y la demanda interna, e imposición de barreras a las exportaciones.
El Mescp prometía que los excedentes generados por los sectores de hidrocarburos, minería, electricidad y telecomunicaciones, bajo control estatal, se invertirían en desarrollar la industria manufacturera, turismo, vivienda, sector agropecuario y otros. Además, sostenía que era necesario impedir la expansión y el crecimiento autónomo del sector privado, reduciéndolo a un rol secundario y sujeto a constantes limitaciones.
Pasados 18 años de este experimento, el modelo demostró que era eficiente en el gasto, pero no en la generación de riqueza, y hoy, como resultado de su aplicación, el sector hidrocarburos ha colapsado, la minería estatal se ha estancado o es deficitaria, la crisis energética es inminente, la industria manufacturera está a punto de la quiebra, el turismo es incipiente y el sector agropecuario está amenazado por la falta de carburantes, la crisis climática y los conflictos sociales.
Más allá de los vacíos y contradicciones del modelo, es evidente que impedir el desarrollo de las exportaciones y precarizar al sector privado fueron dos de sus más graves errores, lo que se evidencia en el hecho de que la caída de las ventas de gas (su único sustento) produjo su debacle y, por ende, la crisis múltiple que soportamos actualmente.
Mientras Bolivia optaba por una economía endogámica, los países de la región diversificaban y masificaban su producción y mejoraban el entorno de negocios para incrementar sus volúmenes de exportación. Hoy en día y cada año, Perú exporta por un valor de 73 mil millones de dólares, Paraguay 18 mil, Uruguay 21 mil, Chile 104 mil y Ecuador 35 mil, mientras que Bolivia no alcanza los 12 mil y continúa cayendo.
Las limitaciones de las exportaciones bolivianas no tienen que ver con los productos, los actores económicos o los mercados. Hace una semana, el Ministerio de Relaciones Exteriores actualizó el Catálogo de la Oferta Exportable, que incluye 48 productos agrícolas certificados, al margen de los productos tradicionales, como soya, carne, girasol o quinua, los llamados superalimentos, las manufacturas, forestales, artesanales, etc.
En relación con las empresas, Bolivia registró este año 4.613 operadores de comercio exterior dedicados a la exportación, mientras que Perú alcanzó a 9.331 en la gestión 2023, Paraguay 5.221, Colombia 9.228, Argentina 8.798 y Chile 6.680. Los países del Mercosur, la CAN e incluso los BRICS, con quienes tenemos acuerdos, son oportunidades enormes que absorberían los productos y los volúmenes que ofertáramos.
Los problemas que dificultan las exportaciones nacen del modelo que bloqueó la inversión privada, impidió la diversificación y dificultó la producción a gran escala. Junto a esto, tenemos limitaciones como una infraestructura deficiente, engorrosos trámites aduaneros, elevadas barreras arancelarias, impositivas y laborales, y conflictividad social, que dificultan enormemente la actividad del sector.
La eliminación parcial de los cupos, la creación de la Ventanilla Única de Comercio Exterior, la autorización de eventos transgénicos y la normalización de la devolución de los Cedeim (Certificado de Devolución Impositiva),son medidas recientes que intentan remediar el daño causado y revertir los efectos nocivos del Mescp sobre el aparato exportador, sin embargo, resultan insuficientes para reactivarlo en el corto plazo.
Frente a la crisis múltiple que enfrenta el país, la liberación plena y la promoción intensiva de las exportaciones es una solución ineludible y urgente. El modelo económico que se adopte en el futuro debe garantizar la vigencia de un sector exportador independiente y robusto, libre de restricciones, capaz de aumentar el ingreso de divisas, atraer inversiones, incentivar la modernización de procesos y apoyar una verdadera industrialización.
Sin embargo, para llegar a este objetivo, es imprescindible eliminar las barreras que fueron diseñadas para impedir el desarrollo del sector privado, sin el cual ningún desarrollo será sostenible, justo y eficiente.
MARCELO GONZALES YAKSIC
La burocracia tiene el objetivo teórico de garantizar el orden y la administración eficiente, pero a lo largo de la historia boliviana se ha convertido en un obstáculo canceroso para el progreso, ahogando a los emprendedores y encareciendo los costos del gobierno, además de sostener a un sistema público que está desbordado por prácticas corruptas. Siempre en mi columna del periódico he maldecido a la burocracia nuestra y la he despreciado.
La burocracia tiene el objetivo teórico de garantizar el orden y la administración eficiente, pero a lo largo de la historia boliviana se ha convertido en un obstáculo canceroso para el progreso, ahogando a los emprendedores y encareciendo los costos del gobierno, además de sostener a un sistema público que está desbordado por prácticas corruptas. Siempre en mi columna del periódico he maldecido a la burocracia nuestra y la he despreciado.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
De pronto, sin saber leer ni escribir, Luis Arce acaba de heredar el cadáver de un partido político que fatigó la infamia en Bolivia desde 2006.
No debe ser motivo de orgullo, y menos de alegría, recibir el cuerpo de un partido en acelerado proceso de descomposición, y quizá por eso Arce no agradeció el presente.
De pronto, sin saber leer ni escribir, Luis Arce acaba de heredar el cadáver de un partido político que fatigó la infamia en Bolivia desde 2006.
No debe ser motivo de orgullo, y menos de alegría, recibir el cuerpo de un partido en acelerado proceso de descomposición, y quizá por eso Arce no agradeció el presente.
Sin lugar a dudas, la indiscriminada emisión inorgánica de billetes es, en sumo grado, peligrosa debido a que inexorablemente nos conduce, no solo a la inflación, sino a la hiperinflación. Y, como sabemos, la inflación vuelve más pobres a los pobres, por la significativa pérdida del poder adquisitivo. Sin embargo, los efectos de la hiperinflación son más espantosos: condena a millones de personas a la miseria y, a gran parte de estos, a la miseria absoluta.
Sin lugar a dudas, la indiscriminada emisión inorgánica de billetes es, en sumo grado, peligrosa debido a que inexorablemente nos conduce, no solo a la inflación, sino a la hiperinflación. Y, como sabemos, la inflación vuelve más pobres a los pobres, por la significativa pérdida del poder adquisitivo. Sin embargo, los efectos de la hiperinflación son más espantosos: condena a millones de personas a la miseria y, a gran parte de estos, a la miseria absoluta.
IGNACIO VERA DE RADA
En uno de sus mejores trabajos (Antipolítica y neopopulismo), el injustamente olvidado politólogo y filósofo boliviano René Antonio Mayorga reflexionó sobre un problema casi eterno de la política latinoamericana y boliviana: el populismo. Muchas de las críticas del libro, que más bien se refieren a las realidades del Brasil y el Perú, resultan una especie de profecía si tomamos en cuenta lo que sucede hoy en Bolivia.
En uno de sus mejores trabajos (Antipolítica y neopopulismo), el injustamente olvidado politólogo y filósofo boliviano René Antonio Mayorga reflexionó sobre un problema casi eterno de la política latinoamericana y boliviana: el populismo. Muchas de las críticas del libro, que más bien se refieren a las realidades del Brasil y el Perú, resultan una especie de profecía si tomamos en cuenta lo que sucede hoy en Bolivia.
El reciente incidente en la Asamblea Legislativa, durante la presentación del informe de gestión del presidente Luis Arce, ha dejado al descubierto una preocupante degradación en la política boliviana. Si bien la Cancillería y el vicepresidente Choquehuanca ofrecieron disculpas por el desorden, causado por algunos diputados en un despliegue de comportamiento lamentable, este gesto no hace sino rasgar la superficie de una realidad mucho más profunda y preocupante.
El reciente incidente en la Asamblea Legislativa, durante la presentación del informe de gestión del presidente Luis Arce, ha dejado al descubierto una preocupante degradación en la política boliviana. Si bien la Cancillería y el vicepresidente Choquehuanca ofrecieron disculpas por el desorden, causado por algunos diputados en un despliegue de comportamiento lamentable, este gesto no hace sino rasgar la superficie de una realidad mucho más profunda y preocupante.
GARY ANTONIO RODRÍGUEZ
Transcurridos cuatro años de gobierno del presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, el último que tiene por delante no se ve auspicioso por los desafíos en materia económica y el imprevisible ambiente político que vive el país.
Transcurridos cuatro años de gobierno del presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, el último que tiene por delante no se ve auspicioso por los desafíos en materia económica y el imprevisible ambiente político que vive el país.
El 4 de junio de 2012, Zarlet Rowina Clavijo Martínez, de 17 años, salió de su trabajo ubicado en el edificio San Pablo, en la avenida 16 de julio de La Paz, para encontrarse con su madre, Marcela Martínez, en la zona de Obrajes. Nunca llegó.
El 4 de junio de 2012, Zarlet Rowina Clavijo Martínez, de 17 años, salió de su trabajo ubicado en el edificio San Pablo, en la avenida 16 de julio de La Paz, para encontrarse con su madre, Marcela Martínez, en la zona de Obrajes. Nunca llegó.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
Cinco meses de incendios forestales este año. Más de diez millones de hectáreas consumidas por el fuego descontrolado y posiblemente muchos millones más de animales, de diferentes especies, muertos por la devastación. El número de personas que en el futuro presentarán enfermedades por las humaredas que envolvieron por semanas e incluso meses a municipios rurales de Santa Cruz y Beni, y varias capitales, es incalculable en este momento.
Cinco meses de incendios forestales este año. Más de diez millones de hectáreas consumidas por el fuego descontrolado y posiblemente muchos millones más de animales, de diferentes especies, muertos por la devastación. El número de personas que en el futuro presentarán enfermedades por las humaredas que envolvieron por semanas e incluso meses a municipios rurales de Santa Cruz y Beni, y varias capitales, es incalculable en este momento.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
Bajo la apariencia de algo deseable, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) podría estar regalándole a Bolivia un caramelo envenenado. Es decir, que en el envoltorio de la exclusión definitiva del reeleccionismo de Evo Morales, los que en rigor son exmagistrados del TCP han asumido funciones propias del Tribunal Supremo Electoral (TSE), incluso emitiendo criterios sobre quiénes pueden o no postular con base en otras gestiones distintas a la presidencial.
Bajo la apariencia de algo deseable, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) podría estar regalándole a Bolivia un caramelo envenenado. Es decir, que en el envoltorio de la exclusión definitiva del reeleccionismo de Evo Morales, los que en rigor son exmagistrados del TCP han asumido funciones propias del Tribunal Supremo Electoral (TSE), incluso emitiendo criterios sobre quiénes pueden o no postular con base en otras gestiones distintas a la presidencial.
GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ
Hace un mes impartí un módulo en la Maestría en Investigación Cualitativa, de la Universidad Mayor de San Simón. Tuve la oportunidad y fortuna de revisar los avances de investigación de 15 maestrantes quienes, a modo de artesanos, las esculpen. Sacar adelante una tesis de maestría, es una hazaña la mayor parte de las veces, si es que el estudiante además de trabajar debe ejercer otros oficios.
Hace un mes impartí un módulo en la Maestría en Investigación Cualitativa, de la Universidad Mayor de San Simón. Tuve la oportunidad y fortuna de revisar los avances de investigación de 15 maestrantes quienes, a modo de artesanos, las esculpen. Sacar adelante una tesis de maestría, es una hazaña la mayor parte de las veces, si es que el estudiante además de trabajar debe ejercer otros oficios.