El ministro de Salud Pública del Líbano, Firas Abiad, denunció este jueves que 97 paramédicos y bomberos murieron en ataques de Israel contra el Líbano, unas acciones que calificó como "crímenes de guerra" que a su vez mataron a casi 2.000 personas, entre ellas 127 niños.
"Lo que pasa es muy peligroso y es una violación de las leyes internacionales y de los convenios. Son crímenes de guerra, sin duda alguna", dijo el responsable en una rueda de prensa desde Beirut, cuyo centro fue atacado de madrugada por Israel en un bombardeo que se saldó con al menos nueve muertos.
El ministro hizo estas declaraciones después de que la Cruz Roja Libanesa denunciara que uno de sus convoyes que trata de evacuar a las víctimas y heridos en el sur del Líbano -donde se concentran los bombardeos- fue atacado por Israel en una acción que se saldó con tres voluntarios heridos y un soldado del Ejército muerto.
"Este es un crimen de guerra. La excusa que utilizan es que estos vehículos y hospitales tienen armas, y son pretextos inválidos", aseveró Abiad, que añadió que Israel incluso ataca a "gente que trata de ayudar a los heridos".
Asimismo, indicó que 188 trabajadores del sector sanitario y de la Defensa Civil han resultado heridos, mientras que un total de 45 centros de salud y otros 128 vehículos "han sido objetivo de ataques israelíes".
"Sabemos lo brutal que es este enemigo, pero la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad", insistió el ministro del Gobierno libanés, que lleva denunciando desde hace casi un año la inacción de los líderes mundiales ante la campaña militar de Israel en el Líbano y en la Franja de Gaza.