Compartiendo unos días con mi querido amigo Mauro, su linda esposa Claudita y sus tiernas nietas Kaori y Katsue, quienes estaban inquietas por conocer la ciudad, tuvimos la oportunidad, entre paseo y paseo, de intercambiar historias. Una de ellas, como titula esta columna, me dejó varias lecciones que les comparto, espero que les haga sentido lo que escribo:
Mauro relata la pasión que tiene por la pesca, saca el celular y empieza a mostrar algunas experiencias plasmadas en lindas fotografías. Entre relato y relato, comenta los riesgos que también corren, pues al internarse en el monte no están exentos de ser mordidos por alguna víbora, entre ellas la famosa pucarara, que llegó a una de sus estancias y mordió a una vaca.
¡Qué sorprendente ver esa foto!, la vaca envenenada y muerta, tiesa, tersa y apetitosa para cualquier ave de rapiña. Mientras Mauro se explayaba en detalles que nosotros, junto a mi esposo, desconocíamos de las víboras; Claudita interviene con suave voz y dice: “Increíble, Jean, como ni la carroña se acerca a ellas, cómo la naturaleza sabe que existe veneno ahí”.
Fue en ese momento cuando supe de qué escribiría, pues coincidentemente la fecha concordaba con una celebración que quisiera decir que respeto, pero, siendo sincera, me cuesta mucho hacerlo, me refiero al culto a la muerte en cualquiera de sus expresiones (pido disculpa si hiero sensibilidades).
A partir de esta charla aparentemente superficial, extraigo cuatro lecciones profundas para mi vida: El instinto de la naturaleza es muy agudo: las aves carroñeras se alejan de cualquier amenaza, incluso si parece inofensiva; no se acercaron al festín porque percibían que algo no estaba bien, su prudencia las mantuvo a salvo. La naturaleza tiene sus propias reglas de protección que en cambio los humanos parecen haber perdido, apagaron el instinto de discernimiento acercándose sin miedo a prácticas o modas que, aunque atractivas, tienen efectos nocivos ocultos.
Lo sabroso también puede ser mortal: la oportunidad de comer estaba ahí, no dudaría de que las aves de carroña tenían hambre y aunque no, difícilmente se sacian ante la oportunidad de encontrar una presa inerte disponible; sin embargo, mantuvieron distancia, se dieron cuenta de que lo atractivo no siempre es seguro. Si lo llevamos a nuestra vida diaria, diría que no todo lo que luce tentador o inofensivo es benigno. La fascinación humana por ciertas tradiciones o celebraciones que tornan alrededor de la muerte puede parecer divertida a la vista, pero a veces oculta un veneno que nuestra intuición ha dejado de detectar.
La sabiduría animal parece que supera a la del ser humano: instintivamente, ellas sabían que el veneno estaba presente, huyeron del peligro sin dudar, a diferencia de los humanos que se exponen a riesgos velados bajo los disfraces y prácticas culturales que parecen inofensivas. ¿Por qué nos atrae tanto aquello que puedo dañarnos?
La prudencia no es señal de debilidad: la serpiente, en muchos casos, es símbolo de tentación y peligro. En esta historia, los carroñeros se alejaron, comprendiendo que, aunque el reptil no estaba cerca, había depositado su veneno en la vaca. Ser prudente es ser inteligente. El que juega con fuego puede quemarse. La prudencia es clave para sobrevivir, es una cualidad reemplazada en algunos casos por la curiosidad y el deseo de experimentar sin medir las consecuencias.
Realmente, estas cuatro lecciones que me dejó la visita de mis queridos amigos, hicieron eco en mi mente, resonando que incluso los animales más oportunistas se mantienen al margen, eligiendo pasar hambre y mantener la vida, que ceder a su apetito y correr el riesgo de morir.
Por su historia y sus particulares características, la Feria y Festival Nacional e Internacional del Charango, que comienza mañana y se realiza desde hace 40 años en Aiquile, en el cono sur de Cochabamba, es un emblema del valor que tiene para los bolivianos el folklore nacional y la tenaz persistencia de sus manifestaciones, incluso en circunstancias poco propicias, como las que vivía el país el año de su lanzamiento.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
Bajo la apariencia de algo deseable, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) podría estar regalándole a Bolivia un caramelo envenenado. Es decir, que en el envoltorio de la exclusión definitiva del reeleccionismo de Evo Morales, los que en rigor son exmagistrados del TCP han asumido funciones propias del Tribunal Supremo Electoral (TSE), incluso emitiendo criterios sobre quiénes pueden o no postular con base en otras gestiones distintas a la presidencial.
Bajo la apariencia de algo deseable, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) podría estar regalándole a Bolivia un caramelo envenenado. Es decir, que en el envoltorio de la exclusión definitiva del reeleccionismo de Evo Morales, los que en rigor son exmagistrados del TCP han asumido funciones propias del Tribunal Supremo Electoral (TSE), incluso emitiendo criterios sobre quiénes pueden o no postular con base en otras gestiones distintas a la presidencial.
GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ
Hace un mes impartí un módulo en la Maestría en Investigación Cualitativa, de la Universidad Mayor de San Simón. Tuve la oportunidad y fortuna de revisar los avances de investigación de 15 maestrantes quienes, a modo de artesanos, las esculpen. Sacar adelante una tesis de maestría, es una hazaña la mayor parte de las veces, si es que el estudiante además de trabajar debe ejercer otros oficios.
Hace un mes impartí un módulo en la Maestría en Investigación Cualitativa, de la Universidad Mayor de San Simón. Tuve la oportunidad y fortuna de revisar los avances de investigación de 15 maestrantes quienes, a modo de artesanos, las esculpen. Sacar adelante una tesis de maestría, es una hazaña la mayor parte de las veces, si es que el estudiante además de trabajar debe ejercer otros oficios.
En 1985, una devastadora crisis económica puso fin a la etapa de estatismo desarrollista inspirada en el Plan Bohan y la Cepal, e inició la etapa del libre mercado, un modelo que disminuyó el control del Estado sobre la economía e impuso una serie de reformas dirigidas a dinamizar la participación del sector privado, fortalecer la diversificación y, sobre todo, exportar.
En 1985, una devastadora crisis económica puso fin a la etapa de estatismo desarrollista inspirada en el Plan Bohan y la Cepal, e inició la etapa del libre mercado, un modelo que disminuyó el control del Estado sobre la economía e impuso una serie de reformas dirigidas a dinamizar la participación del sector privado, fortalecer la diversificación y, sobre todo, exportar.
CARLOS DERPIC SALAZAR
La noche del pasado 10 de noviembre, víctima de un infarto cardíaco masivo, murió el abogado Gonzalo Párraga Gallardo. La noticia se hizo pública desde las primeras horas de la mañana del día siguiente, causando congoja en quienes lo conocimos.
La noche del pasado 10 de noviembre, víctima de un infarto cardíaco masivo, murió el abogado Gonzalo Párraga Gallardo. La noticia se hizo pública desde las primeras horas de la mañana del día siguiente, causando congoja en quienes lo conocimos.