Ubicado en Sucre, Bolivia, el Parque Cretácico y el Farallón de Cal Orck’o ofrecen una travesía única para los amantes de la historia y la paleontología. Visitar este sitio es toda una aventura.
Para quienes parten del Mercado Campesino, el bus de la línea 4 los lleva al destino por tan solo 2 bolivianos en menos de 20 minutos. Desde el centro, también existe la opción de tomar el bus propio del parque, que sale de la plaza 25 de Mayo, con un costo de 15 bolivianos ida y vuelta.
Este lugar se encuentra a 5 kilómetros del centro de la ciudad de Sucre, cerca de la carretera a Cochabamba, lado de la Cementera Fancesa, y abre sus puertas de martes a domingo desde las 9:00.
Cal Orck’o es uno de los yacimientos paleontológicos más grandes del mundo y atrae a turistas de todas las edades que desean sumergirse en un momento de aprendizaje, deleitar la vista y hacer volar la imaginación con escenas que transportan al pasado. Las entradas cuestan 10 bolivianos para niños, 20 para adultos y 30 para extranjeros.
Tras llegar en bus, una caminata de entre 10 y 15 minutos desde la parada conduce a los visitantes hasta la entrada principal del parque. Durante este trayecto, es posible apreciar el enorme bloque de roca donde están grabadas las 12.092 huellas del Farallón de Cal Orck’o. Solo al mediodía se permite una visita guiada a la zona inferior, permitiendo a los visitantes capturar fotografías.
PARQUE Y RÉPLICAS
Complementando la experiencia se encuentra el Parque Cretácico, que abrió sus puertas el 26 de agosto de 2006. Con más de 25 réplicas a tamaño real de dinosaurios que vivieron hace 68 millones de años, ofrece una diversidad de espacios, incluyendo un área de comida rápida, un mirador, una zona infantil, una tienda de recuerdos y salas de proyección y realidad virtual que permiten revivir la era cretácica.
Además, los visitantes pueden admirar el esqueleto completo de un Carnotauro, un imponente dinosaurio carnívoro, entre otras sorpresas que forman parte del Complejo Turístico del Parque Cretácico de Fancesa.
VISITAS GUIADAS
La oficina de administración del parque asignó a Los Tiempos, en esta visita, a Juan Carlos Molina, un guía experimentado que domina cinco idiomas y cuenta con 20 años de trayectoria trabajando en el parque. Según los expertos del parque, hace 68 millones de años existieron distintos dinosaurios por estos sectores.
Entre los cuatro tipos de dinosaurios que pisaron estas tierras y de los que se encontraron rastros están los terópodos, que eran los únicos carnívoros; los herbívoros, como los anquilosaurios, ornitópodos y saurópodos.
La explicación clara, fluida y documentada que brindan los guías facilita la comprensión de la historia y hábitos de estos gigantes prehistóricos, reforzada con maquetas. Entre ellas, destaca una de un carnotauro agonizante, una escena impactante. En ese ambiente hay réplicas de huellas de unos 20, 30 y 40 centímetros de diámetro e incluso más, dependiendo de la clase de pisada y el tipo de dinosaurio.
El recorrido sigue con una exhibición del pterosaurio, un reptil volador de hasta 12 metros de envergadura, y tres aves dentadas, parecidas a las actuales, pero con dientes muy afilados. Aproximadamente a unos 15 metros de distancia, en el lado derecho, se ve una escena fabulosa de dos dinosaurios: el abelisaurio, un depredador, terópodo, carnívoro, muy grande, musculoso y robusto, con las extremidades anteriores o brazos pequeños casi nulos, que ataca a un iguanodonte, de tamaño mediano, un herbívoro que alcanzaba los cuatro metros de largo.
La aventura sigue viendo dinosaurios como el carnotauro, ceratopsio, pleosaurio y mosasaurio, todos posicionados muy cercanos entre sí. Al resto, se impone el gigantesco titanosaurio, de 36 metros de longitud. El famoso tiranosaurio también tiene su réplica en este lugar, así como el anquilosaurios y otros.
También se observa a algunos animales que sí pudieron sobrevivir a la gran extinción, como ranas, tortugas, ratas, ornitorrincos, que convivieron con estas especies que quedaron en la historia. Así concluye un viaje en el tiempo para visitar a los dinosaurios, solo en el Parque Cretácico de Sucre.